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Una burbuja en el tiempo

El Parque Simón Bolívar será el escenario donde el próximo 24 de noviembre se presentará Soda Stereo. El tour de regreso comenzó el fin de semana pasado en Argentina, donde más de 200.000 personas corearon los temas de hace 20 años.

Nicolás Cuéllar R. / Especial El Espectador. Buenos Aires, Argentina
02 de noviembre de 2007 - 07:12 a. m.

Sobre el escenario sólo eran ellos con sus instrumentos quienes cargaban con el peso de hacerle frente a una multitud que los esperaba. Algunos desde la noche anterior. Otros desde hacía diez años. Fueron suficientes unas palabras iniciales y el ritmo de la primera canción para crear la burbuja de tiempo que un mes atrás habían garantizado. Otra vez eran Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti, juntos. Otra vez fue Soda Stereo tocando ante más de 80.000 personas que presenciaron su primer concierto en Buenos Aires.

"Una eternidad esperé este instante... ¡Bienvenidos!", se atrevió a decir un Cerati que igual que sus compañeros, esperaban con ansias el desarrollo de este show. "Como si fuera el primero", dijo Zeta después, a los medios.

Unas cuantas notas ("¿saben qué acorde es?", preguntó Cerati) dieron inicio al primer tema de la noche, Juegos de seducción, con el que comenzó la gira "Me verás volver". Un tour con el que la banda deja atrás el mítico "Gracias totales", con el que se despidieron de los escenarios hace diez años.

Fue un espectáculo de dos horas y media en el que Soda repasó su vida musical, con cerca de 30 temas que trazaron un recorrido en el tiempo desde 1984 cuando tocaban Nada Personal hasta 1995, año en el que editan su último trabajo.

"El primer día de ensayo alcanzamos a tocar casi 40 temas que aún recordábamos", había dicho Cerati en la conferencia de prensa que se realizó hace un mes y en la que prometieron ser fieles al sonido original de sus discos.

Y lo lograron. El mar de gente que los coreaba entre canción y canción disfrutó de una noche de clásicos. El sonido de Soda, original. Como la gente lo quería oír. Como ellos mismos lo habían prometido.

Un recorrido que incluyó éxitos (acaso, cuál no lo fue) como Primavera 0, Tele-K ("lo bueno de la música es que nos deja mover cosas, gente"), Hombre al agua, La ciudad de la furia y Picnic en el 4ºB.

"Y otra vez el acorde de Si", anunciaba Cerati, mientras la banda se preparaba para regalare al público una lluvia de recuerdos con De música ligera, con la que se despidieron en ese mismo estadio de River Plate, en 1997.

El nerviosismo de los primeros temas había pasado y ya Soda parecía disfrutar igual que quienes abajo de la tarima coreaban cada canción. Los tres músicos reafirmaron que pueden seguir dando sorpresas. Como cuando Zeta dejó el bajo para animarse a tocar la armónica en Zoom, o con el final inesperado de Cuando pase el temblor, a ritmo de reggaetón. "Cuando pase el reggaetón (despiértame)", habría implorado el cantante argentino.

Desde el público, se podía sentir que esas canciones que entonaban a escasos metros, se resistían al paso del tiempo. Temas como Te hacen falta vitaminas o Sueles dejarme solo, suenan tan actuales, como lo hicieron hace algunos años cuando vieron la luz por vez primera.

Fue un show que se repitió dos veces más durante el fin de semana y que pudieron ver más de 200.000 personas. "Estoy medio ya estropeado de la voz, ayúdenme a cantar", pidió Ceratti al publico durante el recital del domingo. "Olé, olé, olé olé, Soda, Soda", contestó el mar de gente que inundó el estadio Monumental de River durante tres días.

Soda Stereo regresó. Y al parecer, valió la pena esperar 10 años para que se volvieran a juntar sobre el escenario. En este momento ya no interesan las cuestiones de marketing o las discusiones y críticas sobre los millones necesarios para hacer posible este regreso. "El dinero no puede comprarte amor", explicaron hace un mes.

Y se notó. Con el estadio a oscuras, lo único importante fue la música. Un espectáculo notable. Con una banda que parecía no haber dejado de tocar junta nunca, con el apoyo detrás de escena de Tweety González y Leandro Fresco en teclados y Leo García en segunda guitarra y coros, y una puesta en escena fantástica gracias al impecable sonido y al show de luces montado por Martin Phillips, quien ha trabajado en los escenarios con Daft Punk y Nine Inch Nails.

La nave volvió a partir. Ya sin los peinados abultados de aquella década de los 80 que los vio nacer. Tal vez con más arrugas y canas. Pero con una calidad musical impecable.

"Sonamos mejor", dijo Ceratti, tras terminar el fin de semana. No es tarea sencilla recorrer dos décadas en dos horas y media de concierto, ni en dos meses de gira, ni siquiera en un millón de años luz.

En el que pareciera ser el año de los regresos, Soda vuelve a tocar (casualmente se vuelve a reunir la banda que los inspiró como grupo, The Police) y comienza así el camino de este tour de 21 conciertos y nueve países.

Un capítulo del que hará parte Bogotá el próximo 24 de noviembre, cuando reciba en el Parque Simón Bolívar los acordes en Si mayor que darán comienzo al espectáculo, para tras hora y media de canciones responder al "Gracias" de Gustavo Cerati. "Totales", contestarán los bogotanos.

Y quedarán sonando sus canciones por varios años más.

Por Nicolás Cuéllar R. / Especial El Espectador. Buenos Aires, Argentina

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