Aún se busca un culpable. Las incógnitas sobre la muerte de Michael Jackson hace un año, cuando sufrió un paro cardíaco y falleció en un hospital de Los Ángeles, se mantienen prácticamente iguales, mientras sus familiares siguen envueltos en un interminable proceso judicial. En el ojo del huracán continúa sólo una figura: la del doctor personal del artista, Conrad Murray, presente en los últimos instantes de vida del cantante. Murray está acusado formalmente de homicidio involuntario y tiene marcado en rojo en el calendario la fecha del 23 de agosto, pues ese día comienza la audiencia preliminar.
Por su parte, Latoya Jackson, sigue convencida de que su hermano Michael fue asesinado por dinero. Así lo afirmó en una reciente entrevista a la cadena de televisión GMTV, donde habló sobre la noticia de los US$1.000 millones que han generado los derechos de autor de Jackson desde su muerte.
En medio de la polémica, que parece perseguir al Rey del pop incluso en su tumba, el aniversario de su muerte transcurrirá este viernes sin grandes homenajes en Estados Unidos, en vista del interés de la familia por evitar aglomeraciones y ante la prohibición de que los fans se acerquen a su tumba. No estará autorizada la suelta de palomas o globos, ni los cánticos y los bailes de los populares temas de Jackson.
En realidad, será mañana el día cuando se llevará a cabo el principal evento para conmemorar la muerte del Rey del pop en Los Ángeles. Forever Michael será una celebración abierta al público en el Hotel Beverly Hilton (previo pago de US$150 por la localidad más barata y de US$500 por la más cara), en la que la sobrina de Michael Jackson e hija de Randy Jackson, Genevieve, actuará en vivo, al igual que The Chi Lites, banda integrante del famoso sello discográfico Motown. Parte de los ingresos de ese homenaje irán a parar a las organizaciones caritativas con las que colaboró el cantante en vida.