Los envíos de dinero al país que hacen los colombianos en el extranjero, cerca de cuatro millones, representan hoy alrededor del 2% del PIB, es decir, son 2,7 veces superiores a las exportaciones de café.
El valor promedio de los giros es de US$363 y Colombia es el tercer receptor en Latinoamérica, después de Brasil y México.
En 2009 alcanzaron US$4.145 millones, 14,4% menos que un año atrás, entre otras razones por la crisis financiera internacional que afectó a EE.UU. y España, los cuales representan el 33 y 41%, respectivamente, del origen de los envíos al país. Así se desprende de un estudio realizado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Según Esteban Piedrahíta, director del DNP, “el compromiso es facilitar los mecanismos para aprovechar las remesas de manera productiva para la economía”.
El documento sugiere que debe haber más competencia en la gestión de los recursos, como lo reconoció Paloma Monroy, especialista en remesas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, quien también planteó la necesidad de reducir los costos de los envíos, que desde EE.UU. son de alrededor del 4% y de Europa 2%.
Sobre la destinación que los colombianos le dan a las remesas, el 65% se dirige a gasto recurrente (alimentación, vestuario y servicios públicos), mientras el 14,5% se destina al ahorro. Por regiones, el 29,6% de los recursos llegan al Valle del Cauca, 15,9% a Antioquia y 12,6% a Risaralda.