Luis Gustavo Flórez, presidente de Acicam (asociación que las reúne), hizo un alto para hablar con El Espectador sobre la realidad de esta industria y la crisis que enfrenta el segmento del calzado.
¿Cómo les fue en el primer semestre al calzado y el cuero?
El crecimiento en el segmento del cuero fue importante. De enero a abril hubo un aumento del 31% en producción de cuero y 28% en marroquinería. En cambio, en calzado hubo una reducción del 1,8%.
¿Y cómo se comportó el empleo?
Hay resultados positivos en la industria del cuero, en la que el empleo aumentó 6,1%, pero es negativo y crítico en marroquinería (cayó 2,9%) y en calzado (9%).
¿Qué factores tienen tan afectado el segmento del calzado?
Hay una reducción en la demanda. Las restricciones de Venezuela para las exportaciones colombianas también han tenido un gran impacto. Otro tema preocupante es la tasa de cambio y la revaluación del peso, que han afectado las exportaciones, por una parte, y por otra, facilitado que se abran las importaciones.
Hablemos de las importaciones, ¿qué reportes tienen?
De enero a abril el número de pares importados pasó de 10,3 a 9,7 millones. Aunque hubo una reducción del 6%, lo preocupante es que del total, cerca del 29% están ingresando a precios inferiores del promedio ponderado. Son precios tan bajos que la industria nacional formal no puede competir.
¿A qué precio están ingresando?
El promedio de todos los pares que entraron al país fue de $10.000. Y ese 29% fácilmente entró a $6.000. Muy por debajo.
¿Esta crisis ha llevado al cierre de fábricas?
No tenemos reporte de cierres, pero sí sabemos que se han reducido los turnos de trabajo.
¿Cuáles son las ciudades más afectadas?
Cúcuta, principalmente por la reducción de las exportaciones a Venezuela. Para que se haga una idea, en 2008 exportamos a ese país US$125 millones en toda nuestra cadena productiva. En 2009 se redujo a US$96 millones. Este año guardamos la esperanza de que el nuevo gobierno retome el diálogo con Venezuela y podamos normalizar las relaciones comerciales.