Tres días antes de la partida

La compañía Now Dance retoma los bellos rituales fúnebres coreanos.

Angélica Gallón Salazar
02 de septiembre de 2010 - 02:59 a. m.

Tres días, tres noches es una pieza de danza contemporánea que trae a Colombia toda la suavidad y el misticismo de los rituales funerarios coreanos. Es un viaje por los estilos de antaño que retoma algo de la música del folclor coreano para dedicarles 70 minutos al viaje que los muertos realizan hacia el más allá.

“Por estos días todo es diversión y comedia, pero creo que el mundo está urgido de pensar en sus muertos, en abandonar la liviandad y pensar en el pasado”, asegura In-young Sohn, la directora y coreógrafa de Now Dance. Esta compañía presentará, desde esta noche hasta el domingo 5 de septiembre en el Teatro Nacional La Castellana, a siete bailarines que con el lento  movimiento de sus pies demuestran que otro tiempo es posible.

“Según las creencias coreanas, los muertos no van directamente al otro mundo una vez abandonan el cuerpo. Por el contrario, permanecen tres días deambulando en la Tierra sin dormir, consolando su alma y tratando de llevarse la luz dentro de ellos”, cuenta la directora coreana, que encontró en estos ritos y creencias materia fértil para impregnar su danza.

En un escenario donde la luz es casi otro personaje, se oirá repetir tres veces el nombre de los difuntos y sus vestuarios ondearán majestuosamente. Se verán además imágenes y símbolos que traerán algo de los ritos de la muerte del budismo a Occidente, los cuales recuerdan que para muchos seres humanos la muerte no es más que el camino hacia la reencarnación, hacia una nueva forma de existencia.

Se trata de una obra llena de emociones en la que el llanto constante, la alegría y la embriaguez son una exploración catártica. Los bailarines que representan muertos, vivos y almas hablan con sus vestidos y con sus cuerpos contraídos y ponen de manifiesto cómo vivir o morir no es una elección, es un simple accidente. “Todas las artes tradicionales en Corea tienen que ver con la energía, son una expresión que busca adentrarse en la profundidad y en la luz para encontrar el chi. Y es ese flujo de energía, esa búsqueda la que se ve en el escenario con los bailarines”, añade In-young Sohn.

Esta compañía, que se ha presentado en el Lincon Center de Nueva York y en el Kennedy Center de Washintong, finaliza el ciclo Corea en Colombia, que durante tres semanas mostró tres estilos distintos por donde actualmente camina el arte del movimiento en el país oriental.

 De jueves a viernes 8:30 p.m. Sábado 6:00 p.m. y 8:00 p.m. Domingo 6:00 p.m. Platea y luneta: $70.000. Balcón $35.000.

Por Angélica Gallón Salazar

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