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"Si quieres combatir la corrupción, frita al pez más grande"

Es la recomendación que hace Philip K. Stoddard, Alcalde de Miami del Sur y especialista en ecología.

Maryluz Avendaño
09 de noviembre de 2010 - 10:41 p. m.

Desde 1990,  Philip K. Stoddard se ha dedicado al estudio de los peces y su similitud con el comportamiento humano.

Ese conocimiento lo aplica hoy día en su cargo como alcalde de Miami del Sur. Con sólo un mes de campaña, venció a su contendor con un 18% más de la votación, quien había estado en el cargo por 10 años. 

Stoddard, se encuentra en Medellín en la celebración de los 40 años de la Corporación para Investigaciones Biológicas.

¿Qué similitud encuentra entre los peces y los humanos?

Los humanos y los peces tienen ancestros comunes. La mayoría de nuestras moléculas, hormonas y nuestro sistema nervioso son muy similares a los de los peces.

¿Por  qué estudiar los peces?

Muchos científicos estudian el cerebro y el comportamiento de los ratones, pero estos animales no dicen tantas cosas en común pues la mayoría de su comunicación es por el olfato.  Para mí los peces y algunos pájaros son más apropiados para estudiar el comportamiento de los humanos.

Generalmente a los científicos les gusta estar aislados en un laboratorio. ¿Por qué decide salir a la vida política?

Como científico tengo una vida muy privilegiada. Puedo hacer lo que me gusta y que me paguen por ello. Pero como la sociedad me respalda y me mantiene en mi exploración científica, me siento obligado a dar algo a cambio de ello, entonces respondo con conocimiento. Lo que encuentro interesante es que la mayoría de los políticos toman decisiones con base en lo que sienten y a los científicos nos gusta la evidencia de que algo es correcto para poderlo seguir.

¿Hay algo en particular que lo motivo, quería cambiar algo en especial?

La corrupción. Es lo que quiero cambiar, la cultura de corrupción tiene acabarse.

¿Y cómo lo está haciendo?

Cambiamos el personal en la ciudad. Contratamos gente competente, dedicada y que disfruta haciendo lo correcto. Son felices trabajando con un político que quiere hacer las cosas correctas.

¿Le toco cambiar todo el personal?

No, sólo a los principales, a los líderes.

Aquí el principal problema que tenemos es la corrupción. ¿Cómo combatirla?

Si quieres combatir la corrupción, frita al pez más grande. Eso tiene una razón: la gente de arriba marca el tono para todos los demás en la organización.

¿En tan sólo nueve mese se observa algún cambio?

Todo el mundo en la ciudad lo ha notado. Le doy un ejemplo: tenemos recesión económica y el gobierno de la ciudad recoge menos dinero en impuestos, pero por segunda vez en 10 años logramos balancear el presupuesto. Lo hicimos reduciendo gastos excesivos. Ganamos más dinero no haciéndo favores a los amigos del alcalde y eso permitió recoger mucho dinero. 

¿Cuál es la meta en la alcaldía?

Dos metas: la primera es limpiar y la segunda es adelantar en las cosas que verdaderamente importan. Que la gente pueda recorrer su ciudad, tener más árboles con sombra, que tengan energía solar en sus casas. Nos preocupa el cambio climático, Miami está sólo tres metros por encima del nivel del mar y en 100 años, creo que podríamos estar bajo el agua.

¿El conocimiento científico previo le ha ayudado para detectar esos comportamientos humanos que no son los adecuados, para cambiar las cosas en su alcaldía?

Si, como yo no soy un político, voy a investigar comportamiento humano y con ello busco es resolver problemas que encuentro a nivel político. Por ejemplo, vienen cinco personas y hablan positivamente de algo y uno me habla negativo, ¿por qué es más fuerte el que me habla negativamente?, Tengo que ir a leer para entender. La cuestión es qué hacer para contrarrestar el poder del negativo.

¿Cuando habla con las personas las relaciona con los peces, las mira como peces?

Algunas veces como un gato. Es difícil castigar a un gato, porque el gato no sabe lo que hizo mal hecho, lo que usted le está haciendo al gato él si se da cuenta, algunas personas son así.

¿Qué tenemos que aprender nosotros de ustedes?

Medellín ya sabe una cosa, sabe que un profesor puede ser un buen alcalde. Colombia sabe esto mejor que los Estados Unidos. Sólo conozco tres alcaldes que eran profesores de ciencias naturales, dos son de Colombia: Mokus y Fajardo, el otro soy yo.

¿El trabajo de ellos lo motivó a usted a convertirse en político?

No, ellos son famosos en todo el mundo, debieron haberme motivado pero no fue así. Me postulé para alcalde porque los ciudadanos en mi ciudad me lo pidieron. Los científicos y los profesores somos vistos como personas con integridad y ha habido tanta corrupción que la gente quería eso, una persona honesta.

¿La gente que venga a la conferencia suya que va a encontrar, cual es el mensaje?

Es que contribución puedes hacer a la vida pública, siendo académicamente entrenado. 

¿Tienen problemas graves de inseguridad y narcotráfico?

Muy grande es el problema. El agua en un árbol viaja por las hojas, absorben el agua de la tierra, las raíces ayudan un poquito. Miami del sur es una de las hojas del árbol, México es el tronco, Colombia la raíz. 

¿La situación con los colombianos vinculados al narcotráfico es muy complicada?

Solía serlo pero ya son los mexicanos. Nuestro problema inmediato es cómo los traficantes de drogas aterrorizan los vecindarios. Vemos toda una generación pensando que eso es normal.

¿Qué está haciendo para cambiar esa realidad?

Trabajamos a muchos niveles, pero empezamos en las escuelas con los niños. Tratamos de proveer muchas actividades después de la escuela. Para los jóvenes tenemos entrenamiento para el empleo y los vinculamos a trabajar e implementamos becas para enviarlos a la universidad. Además estamos haciendo trabajo policial con la comunidad para que sepan que están siendo observados. 

¿Política o ciencia?

Yo soy un verdadero científico de corazón, lo soy en todo. Ahora adelanto una investigación con la Fundación Nacional de Ciencias, para entender cómo la deshonestidad cambia la comunicación. He encontrado algo muy interesante: a medida que los individuos compiten más y más, hay más trampas, hasta que todos hacen toda la trampa que puedan y el sistema vuelve a tornarse honesto porque todos están haciendo el mayor esfuerzo posible. La honestidad emerge de la competencia y la deshonestidad, y nosotros no esperábamos eso. 

¿Le ha gustado su rol de político?

No todo el tiempo, pero mi esposa dice que me encanta.

Por Maryluz Avendaño

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