El CTI capturó en instalaciones de la Sexta Brigada en Ibagué a dos oficiales, un suboficial y siete soldados profesionales adscritos a las Fuerzas Especiales Antiterroristas (Afeur) implicados en el escándalo por supuesta apropiación de una guaca de las Farc en Tolima, revelación hecha por El Espectador el 3 de noviembre.
Se trata del capitán Carlos Andrés Villamizar Ríos, el teniente Yon Éimer Ospina Trujillo, el sargento segundo Einar Dussán Rivera Calderón y los soldados profesionales John Carlos Giraldo, Eduard González, José E. Tovar, Rodrigo Quimbayo, Rafael Romero, John Jairo Totana y Pedro Suárez, quienes podrían haber incurrido en homicidio agravado y peculado, según pesquisas que adelanta el Juzgado Sexto Penal con funciones de garantía.
Los hechos se remontan al 2 de febrero pasado, cuando 50 militares bombardearon un campamento de 80 miembros del anillo de seguridad de alias Alfonso Cano, máximo jefe de las Farc. Al parecer, un grupo de esos uniformados ingresó luego al campamento sin acompañamiento del CTI en busca de una guaca que resultó ser de $800 millones y que estaba distribuida en varias tulas, las cuales no fueron reportadas en el parte oficial del operativo ni objeto de cadena de custodia. En el bombardeo cayeron alias Pedro Nel y alias Marlon, cabecillas de la cuadrilla 21 y muy cercanos a Cano.
El operativo tuvo lugar en la vereda La Aurora, corregimiento La Marina, en Chaparral, sur del Tolima, y en él murió también alias Yaritza o La Mona, una de las 10 mujeres más buscadas por las autoridades.
En mayo, el Cuerpo Técnico de Investigaciones recibió la denuncia de un soldado profesional de las Afeur, quien indicó que “militares corruptos hurtaron alrededor de $800 millones de alias Pedro Nel, dinero que en días anteriores había sido cobrado por ese grupo como vacuna” a una empresa que instala redes eléctricas en Chaparral. También dijo que al ingresar al lugar fue encontrado un guerrillero herido, a quien le habrían propinado luego dos disparos, en el cuello y el abdomen.
Su versión fue corroborada por el cabo primero Javier Zambrano Peralta y el soldado profesional Claudio Meneses Ramírez, quienes dijeron que, además del dinero, los militares tampoco entregaron un computador (que supuestamente usan para jugar cartas), una planta eléctrica y un anillo de diamantes de Pedro Nel.