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China y el conflicto entre las dos Coreas

Más que nunca la dirección del Partido Comunista Chino está dividida sobre el programa nuclear de Corea del Norte y la nueva ola de tensión que este último provocó en la península.

Jean-Pierre Cabestand*
07 de diciembre de 2010 - 11:49 p. m.

Y más que nunca, Pekín parece incapaz de extraerse de esta situación, así como de proponer alguna solución.

Golpe tras golpe, en noviembre, dos acciones volvieron a tensar la situación entre las dos Coreas. Primero fue el anuncio del científico norteamericano, Siegfried Hecker, quien a su salida de Corea del Norte reveló que el complejo nuclear de Yongbyon posee millares de centrífugadoras capaces de producir suficiente uranio enriquecido como para fabricar armas nucleares. Y unos días después, el bombardeo de la armada norcoreana sobre Yeonpyeong, una isla ubicada justo al sur de la línea fronteriza donde la armada de Seúl realiza maniobras militares.

A pesar de la actual crisis, una vez más el gobierno chino no tomó partida en el conflicto y se limitó a hacer un llamado a la calma y a reanudar las conversaciones a seis bandas (entre China, las dos Coreas, Estados Unidos, Japón y Rusia) sobre el programa nuclear norcoreano. Como si Pyongyang y Seúl estuvieran con un estado de ánimo suficientemente tranquilo y sereno como para retomar las negociaciones que desde 2002 no han llevado a ninguna desnuclearización de Corea del Norte.

La única esperanza que podríamos cultivar para el futuro, viene, por un lado, del tono libertario de algunos expertos chinos. En ese sentido, un número creciente de especialistas chinos y coreanos en relaciones internacionales consideran que la diplomacia de sus respectivos gobiernos va dirigida hacia el punto muerto y piden que sus prioridades e intereses nacionales sean reevaluados. La lógica sería que una Corea del Norte nuclear manejada por Kim Jong 1, hijo de Kim Jong-Il, sería peligrosa para la comunidad internacional.

Y, por otro lado, las fugas organizadas por Wikileaks, una organización global que busca la publicación de toda la información confidencial, y que en la última semana dio a conocer que en realidad Pekín no sólo considera al régimen de Pyongyang como un “niño mimado”, sino que también estaría dispuesto a aceptar una reunificación de la península con la dirección del gobierno de Seúl.

El problema es básicamente saber cuál será la estrategia que permitiría favorecer este asunto. Hoy en día, China sigue privilegiando las presiones discretas sobre Corea del Norte, pero ¿por cuánto tiempo?

* Director del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Batista de Hong Kong.

Por Jean-Pierre Cabestand*

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