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Dramática clasificación

Quedaban cinco minutos para el final del partido y los turcos perdían 2-1 con República Checa, pero un error del arquero Peter Cech permitió el empate. Después Nihat marcó el tercero y le dio la clasificación a su selección.

Luis Guillermo Ordóñez / Enviado especial. Berna
16 de junio de 2008 - 12:00 a. m.

El único de los 24 partidos que ni quitaba ni ponía en la Eurocopa 2008 fue el que protagonizaron anoche (tarde colombiana) las selecciones de Suiza y Portugal, en el estadio San Jakob Park de Basilea. Los lusitanos ya habían asegurado el primer lugar del grupo y los locales fueron los primeros eliminados del torneo. Para completar, llovió durante todo el día, luego las razones para esperar un gran espectáculo no eran muchas.

A 300 kilómetros de aquí, en el estadio de Ginebra, República Checa y Turquía sí demostraron que se estaban jugando la clasificación y protagonizaron un duelo parejo, que apenas se definió de manera dramática en los últimos cinco minutos, cuando un error del arquero Peter Cech le permitió al turco Nihat Kahveci, quien juega en el Villarreal de España, empatar el partido. Después, el mismo jugador decretó el 3-2 con el que su equipo logró la victoria y el segundo lugar del grupo A.

En el primer tiempo el gigante Jan Koller, de golpe de cabeza, había marcado el primer gol de los checos. Y a los 62 minutos Yaroslav Plasil aumentó la cuenta. Luego Arda Turan acercó a los turcos, que se fueron con todo en busca del empate con el apoyo de cerca de 15 mil hinchas, pues esa colonia es una de las más numerosas en este país.

Sin embargo, en el estadio de Basilea también había emoción. Dos goles de Hakan Yakin le dieron la victoria a Suiza sobre Portugal, lo que significó un bonito premio de consolación para la afición local, que celebró con los jugadores, incluido el


delantero Johan Vonlanthen, nacido en Santa Marta y nacionalizado suizo, que jugó los primeros 62 minutos. Hakin anotó el primero a los 71 y luego, en una jugada que se sancionó como penalti, pero que no fue falta, aumentó la cuenta.

Vonlanthen, quien actuó durante los tres partidos que jugó su equipo en el torneo, comenzó muy incisivo por la punta izquierda, tratando de hacer valer su velocidad y picardía, pero se fue quedando físicamente hasta que el técnico Kobi Kuhn decidió reemplazarlo por Tranquillo Barnetta.

Y cuando ya todo parecía definido en el grupo, con Portugal que utilizó un equipo mixto como líder con seis unidades, Turquía le dio la vuelta al marcador y ganó 3-2. Y para hacer más dramática aún la definición, su arquero, Volkan Demirel, fue expulsado al minuto 91, por lo que un compañero suyo tuvo que atajar durante el tiempo de adición, en el que los checos trataron, con más corazón que fútbol, alcanzar la igualdad.

Con esos resultados, los lusitanos, serios candidatos al título, ganaron la serie y recibirán el próximo jueves al segundo equipo del grupo B, que podría ser Alemania. Turquía, en cambio, viajará a Viena, en donde enfrentará muy seguramente a Croacia, aunque esos juegos solamente quedarán definidos hoy, cuando jueguen Alemania-Austria en Viena y Polonia-Croacia en Klagenfurt.

El clima frío que durante el fin de semana sacudió el territorio suizo, se pudo aguantar gracias al calor del fútbol. Turquía hizo un milagro y su hazaña será recordada por años, mientras que Suiza se despidió de manera digna ante una afición que reconoció la superioridad de los rivales, pero nunca dejó de apoyar y festejar, pues el compromiso de organizar una buena Eurocopa va mucho más allá del resultado.

Por Luis Guillermo Ordóñez / Enviado especial. Berna

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