El Magazín Cultural
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Ítaca

Konstandinos Cavafis
29 de mayo de 2008 - 08:38 p. m.

Si vas a emprender tu viaje hacia Ítaca

pide que tu camino sea largo,

rico en aventuras, lleno de experiencias.

A Lestrigones y a Cíclopes

o al colérico Poseidón, no les temas,

no hallarás tales seres en tu ruta

si tu pensamiento es elevado y limpia

la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.

Ni a Lestrigones ni a Cíclopes

Ni al airado Poseidón hallarás nunca,

si no los llevas dentro de tu alma,

si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.

Que numerosas sean las mañanas de verano

en que con placer y alegría

arribes a bahías antes nunca vistas.

Detente en los emporios de Fenicia

y compra hermosas mercancías,

madreperla y coral, y ámbar y ébano,

perfumes deliciosos y diversos,

invierte cuanto puedas en delicados y voluptuosos perfumes.

Visita muchas ciudades de Egipto

y con avidez aprende de sus sabios.

Lleva siempre a Ítaca en tu pensamiento.

Llegar allí es tu destino.

Mas no apresures el viaje.

Mejor que se extienda muchos años

y en tu vejez atraques en la isla

enriquecido con lo ganado en el camino

sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te ha regalado un hermoso viaje.

Sin ella no habrías emprendido el camino.

Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque pobre la encuentres, Ítaca no te ha engañado.

Así, rico en saber y en vida, como te has vuelto,

entenderás al fin qué significan las Ítacas.

Por Konstandinos Cavafis

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