Durante esta fantástica travesía se someterá a tres experimentos científicos relacionados con su enfermedad y probará una nueva clase de insulina, que ya se ha experimentado en tierra con animales y que permitiría que la persona sólo tenga que pincharse tres veces por semana y no todos los días.
Esta no es la primera vez que Feijoo sirve de conejito de indias en estudios e investigaciones relacionados con la diabetes, que le diagnosticaron cuando apenas tenía 23 años. En repetidas ocasiones se ha prestado para probar nuevas técnicas, como las que permiten transmitir los valores de glucosa en la sangre a los médicos en tiempo real y desde cualquier lugar del mundo.
Además, como alpinista ha logrado coronar el monte Everest en Asia, el Elbrus en Europa, el Mckinley en América del Norte, el Vinson Massif en la Antártida y el Kilimanjaro en África. Es decir, que está a tan sólo dos cimas de conquistar las siete montañas más altas de los cinco continentes. Una hazaña para un hombre como él, que, a diferencia de otros alpinistas, enfrenta un mayor riesgo de sufrir complicaciones de salud.
Durante su infancia Feijoo siempre soñó con poder viajar al espacio y este año milagrosamente logró que un empresario lo patrocinara. El viaje será a bordo del VSS Enterprise, propiedad de Virgin Galactic, que despegará desde la base del desierto de Mojave, en California (E.U). Precisamente a este lugar deberá llegar Feijoo diez días antes del vuelo para que dos astronautas profesionales lo preparen físicamente y le enseñen cómo comportarse en el espacio. Por el momento sólo le han dicho que debe pesar 65 kilos y tener una frecuencia cardiaca baja.
Feijoo aseguró a la prensa que aunque no siente miedo por lo que pueda pasar durante el viaje, prefirió dejar escrito su testamento. Y le confesó a la Agencia EFE que se siente feliz y satisfecho porque este viaje “va a romper muchas barreras que la sociedad le impone a los diabéticos”.