Yuri Chillán es el secretario general de la Alcaldía y quien desde el 24 de diciembre y hasta este domingo asumió funciones como alcalde encargado de la ciudad, en una de las épocas más convulsionadas de la ciudad en cuanto a seguridad se refiere.
Es un hombre de 47 años, quien ha vivido una tercera parte de su vida por fuera del país estudiando y desempeñando diferentes cargos. De entrada se define como amigo personal del alcalde: ambos estudiaron juntos. Dice que respeta las críticas que han caído sobre el alcalde en su primer año, pero cree que después de las obras y de la inversión que la ciudad está realizando en varios temas, la actual administración recibirá el reconocimiento de los ciudadanos.
Asimismo, afirma que las diferencias con el Gobierno Nacional, cuando las hubo, ya fueron superadas y que siente que el compromiso del Presidente con la ciudad es grande. Un ex alcalde que admira es Virgilio Barco, por su visión a largo plazo.
¿Cuál es su análisis del primer año del alcalde Samuel Moreno, que transcurrió entre tantas críticas?
En el primer año es donde se dan las crisis y en el cual el equipo de trabajo debe integrarse. Este es un equipo de gobierno profesional con gente experimentada que ya comenzó a trabajar para lograr los objetivos del programa de gobierno del alcalde, “Bogotá Positiva”. Hemos contado con la complicidad, en el buen sentido del término, del Concejo: fueron aprobados 55 proyectos de acuerdo el año pasado, entre ellos aspectos fundamentales que la ciudad necesita, como el Plan de Desarrollo y la Nueva EPS del Distrito. En este primer año consolidamos todas las herramientas y el equipo para desarrollar, en los próximos tres años, todo lo que requiere la ciudad en cuanto a infraestructura. Lo que se viene es una inversión fuerte en todos los temas sociales y de infraestructura de la capital.
En su opinión, ¿qué le hace falta a Bogotá?
Fortalecer la relación entre la administración y la ciudadanía. Me parece clave que la gente no la perciba como algo lejano, sino como algo que debe construirse entre todos, colectivamente. Siempre digo que Bogotá es una ciudad que está llena de Colombia, en donde todos debemos sentir que la ciudad es nuestra, crear un sentido de apropiación, de pertenencia. En un primer momento esto fue muy difícil, sembrar en los bogotanos este sentimiento. Ahora es algo que ha mejorado, pero en lo que aún creo que hace falta trabajar.
¿Cómo ve los siguientes años de mandato de Samuel Moreno?
Después de los 22 meses que necesitamos para terminar las obras que se están llevando a cabo, más las que aún no han empezado, creo que la administración recibirá un reconocimiento por el esfuerzo y el trabajo en materia de infraestructura y política social. Lo que es claro es que toda transformación requiere tiempo, es un proceso. Necesitamos, además de la paciencia de los ciudadanos, su voto de confianza y su entendimiento. El año que viene será duro, porque varias obras de gran envergadura se van a realizar, pero estas cosas son así y la gente debe entenderlo y confiar en el gobierno de la ciudad.
¿Qué les dice a quienes critican el actual gobierno distrital?
La crítica es una cosa que se debe respetar. Yo la respeto, pero criticar es algo fácil de producir. De nuevo, los procesos de cambio llevan tiempo y las transformaciones, como las que se están haciendo en la ciudad, requieren un espacio. También ha habido una crítica de sectores con dolor electoral. La prueba final son los resultados de la administración y trabajamos y hacemos las cosas bien por la ciudad.
¿Le parece posible otro gobierno del Polo en Bogotá?
En la medida en que el gobierno les cumpla a los ciudadanos no veo por qué tengan que cambiar. Lo que hay que hacer es cumplirle a la gente. Si trabajamos no creo que no sea posible.
¿Cómo le ha ido de alcalde?
He cumplido la agenda que me encargó el Alcalde Mayor. Él me recomendó mucho los temas de seguridad para darles tranquilidad a los bogotanos. La meta era que todos los indicadores de violencia disminuyeran. Por ejemplo, en el tema de la pólvora hubo grandes avances. Es el primer año nuevo en el que nadie resulta quemado, excepto un adulto que por manipulación de un tote recibió heridas leves.
Pero no hubo ninguno grave. Incautamos casi 4.500 kilos de pólvora. Ahora, en la noche del 31 de 2007 se registraron 123 heridos violentos. Este pasado 31 fueron sólo 45. También debemos destacar la fiesta de fin de año, que se realizó por primera vez, y en donde se unieron personas de todos los estratos de la ciudad. A Bogotá siempre la juzgan por ser una ciudad segmentada, los ricos con los ricos, los pobres con los pobres. Nosotros tenemos la obligación de crear un tejido social más justo para reversar esto. La fiesta nos permitió eso, reunirlos a todos en un solo lugar.
¿Le gustaría ser alcalde de forma permanente?
En la Alcaldía es donde se encuentra el trabajo que se realiza política y administrativamente con las demandas de la gente y a mí me gusta servirle a la gente. Estoy en el servicio público por convicción, es algo que me satisface. No quiero mirar tan lejos. Estoy en esta administración, acompañando a Samuel Moreno y trabajando con él. Más adelante habrá tiempo para mirar lo otro.
¿Dónde le gustaría estar en el Distrito, aparte de su actual cargo?
Este puesto me da una visión general sobre toda la administración. Tengo una amistad y una cercanía personal con el alcalde y con su proyecto de gobierno. Estoy en este cargo hasta que él lo solicite.
De Inglaterra al Palacio Liévano
Yuri Chillán estudió sociología en Inglaterra y administración pública y comunicaciones en España. Ha vivido la tercera parte de su vida por fuera del país desempeñando funciones en varias organizaciones. Es abogado del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en donde conoció a Samuel Moreno, quien le pidió que lo acompañara en la Alcaldía cuando fue elegido a finales de 2007. Entre las funciones de Chillán está la de defender legalmente a la ciudad, algo que puede llegar a ser infernal en una ciudad de casi ocho millones de habitantes.