El Magazín Cultural
Publicidad

'Colombia ha sido injusta con Gabo'

El autor de ‘Gabriel García Márquez, a life’, publicada recientemente en inglés y próximamente en español, estará en el Carnaval de Las Artes perfilando al Premio Nobel.

Sara Araújo Castro / Enviada Especial, Barranquilla
05 de febrero de 2009 - 11:00 p. m.

Hace dos años, cuando en el Centro de Convenciones de Cartagena, de manera apoteósica, las academias de la lengua, los  Reyes de España y el mundo de las letras rindieron homenaje a Gabriel García Márquez por sus 80 años de vida, Gerald Martin entendió que había llegado el punto final del trabajo que había iniciado 16 años atrás.

Tenía, entonces, la misma edad de García Márquez cuando empezó toda esta historia y pensaba que sería cuestión de poco tiempo para salir de esa tarea que lo había convertido en “el perseguidor de Gabo”. Finalmente, la publicación de Gabriel García Márquez, a life ha tenido un éxito rotundo en el mundo anglosajón. Su publicación en español se espera para la segunda mitad del año, pero ya la temperatura en torno a este personaje de ancestros irlandeses empieza a subir por las expectativas que genera su obra. 

Corría 1991 cuando Gerald Martin recibió la solicitud de sus editores de hacer una biografía de García Márquez; su vida había estado dedicada a la academia, era un conocedor de la literatura latinoamericana, experto en Miguel Ángel Asturias y una pluma capaz de acercarse con rigor a un premio Nobel en un lenguaje asequible para el gran público.

Se comprometió a terminar su trabajo en cuatro  años, pero al cabo de ese tiempo comprendió que pasarían muchos más antes de llegar al punto final. Y aún hoy con un primer texto publicado, reconoce que existe una versión extendida.

Martin habló con El Espectador en medio del Carnaval de las Artes que se realiza por estos días en Barranquilla. Mañana será su presentación en el Teatro Amira de la Rosa.

¿Cómo escogió ese momento para darle punto final a la biografía de García Márquez?

Era perfecto como final feliz de una biografía. Además en algún momento tenía que terminar este trabajo inicial, porque en realidad hay una versión extendida que no termina aún y tiene 2.500 páginas con 6.000 notas al pie. Pero la versión para el gran público tenía que terminar ahí y tener alrededor de 500 páginas. 

¿Cómo fue soltar ese trabajo en el que duró metido tanto tiempo?

Yo pensé que lo soltaría, pero lo más grave es que no fue así, porque sigo con la versión larga. Aunque no ha sido de tiempo completo, pero son 18 años en un libro que se convirtió  en un monstruo.  Creo que la última versión saldrá el día antes de mi muerte.


¿Hay tanto para decir sobre una sola persona?

Claro, no sólo estoy escribiendo esta versión extendida sino dos libros más sobre García Márquez. Uno es el libro académico sobre su obra. Y el otro es la historia detrás de mi libro, tantos años conociendo un país como Colombia, relativamente nuevo para mí. La aventura de conocer a  uno de los grandes escritores de toda la historia, ¡que privilegio!, y todos los personajes desde los hombres de la calle hasta los poderosos con quienes me entrevisté. Es un libro de viajes, entrevistas, sufrimientos.

¿Qué fue lo más sufrido?

Escribir. La investigación ha sido ardua pero también maravillosa. Ir a Cuba, hablar con Castro, en España con Felipe González. Ha sido largo y mi esposa, hijas,  amigos están hartos de mí… hasta yo estoy harto de mí. 

¿La cantidad de tiempo que tomó de su vida ?

Nadie que tenga  el privilegio de conocer a García Márquez va a escribir un libro en cuatro años como yo prometí, es absurdo. Además una biografía exige el tiempo que necesita. No puedes ponerle punto final. Más aún con el material que yo tengo: medio millón de documentos, 400 entrevistas, todas transcritas. Por ejemplo, vi que ha salido un libro sobre García Márquez y Vargas Llosa, ese tema en mi libro es una página. En mi libro cada página son tres, cuatro o cinco libros. Yo como biógrafo tengo que  destilar la información y decidir cuál es importante. Aunque suene pretencioso, soy consciente de mi responsabilidad. He tenido el privilegio de hablar con Gabo durante 10 años, de hablar con Alfonso Fuenmayor antes de su muerte; de hablar con Germán Vargas tres semanas antes de su muerte, de hablar con su madre; Eligio García Márquez era uno de mis mejores amigos, nadie va a hablar con esas personas y yo tengo una documentación que nadie más va a tener.

¿Qué se hace con el corazón cuando se escribe una biografía de alguien de quien se ha estado cerca?

Es muy difícil, porque sabes que de cualquier manera habrá cosas que no le van a gustar al biografiado. A nadie le gusta su biografía, porque nadie ve a otro como uno a sí mismo. 

¿Esta es la primera biografía escrita por un anglosajón?

En realidad esta es la única completa, pues la de Dasso Saldívar llega sólo a Cien años de soledad. Está, por ejemplo, el libro de  Óscar Collazos, que es excelente, pero no es una biografía. La mía es la primera biografía completa pero seguramente vendrán otras.

¿Cuáles fueron esos intereses que lo acercaron a García Márquez y a su obra?

Lo que me interesa es la literatura, la historia y la política. Lo fascinante es que él hizo con éxito una incursión en ambas cosas y el Premio Nobel, claro, ayudó en este proceso. Pero a mí lo que me interesó, en un principio, fue Cien años de soledad por una parte y  la figura de García Márquez por otra parte. Es decir, cómo un libro podría llegar a tener esa importancia en todo un continente y en el mundo, porque es un libro mito además de ser una gran novela.


Y García Márquez no es solamente un escritor, es un ícono, un oráculo, es un mito viviente, es el campeo mundial de la literatura y lo tiene Colombia para toda la vida.

¿Cómo cree usted que marcó esto a nuestro país?

Aunque los colombianos no lo reconocen, yo considero que él participó en un cambio en la identidad de Colombia. A partir de la publicación de Cien años de soledad creó un debate interno en el país, en el que las regiones empezaron, finalmente, a discutir.

También tiene sus detractores.

García Márquez convirtió a Colombia, un país de poetas, en un país de narradores. Aunque lo que digo no guste, éste era un país de poetas para no pensar en todo lo que estaba pasando socialmente, salvo contadas excepciones como La vorágine. García Márquez dice que este país tiene que ser narrado para  decir qué  pasa, en lugar de hacer poemas para proteger la literatura de la realidad del país. La influencia de Gabo se nota y, sin embargo, se habla de las reacciones en su contra. Al final todos lo están imitando. Esto es muy importante y no lo debaten en el país, no se mide de una manera justa el impacto de Gabo.

¿Hemos sido injustos con el?

Yo pienso que a pesar de toda la idolatría, la gente es injusta. Él es sólo un hombre. Es imposible cargar con toda esa presión, cariño, admiración, deseo de estar con él y seguir la vida como si nada. La gente dice que él está obsesionado por el poder,  y de cierta manera lo está, pero no como lo perciben sino por todo lo que el poder suscita en las personas que lo detentan. He visto cómo una persona como García Márquez, mágicamente ha logrado, en cierto sentido, seguir siendo lo que era.  Admiro mucho un hombre que ha podido concentrarse y escribir cuando sabe que en la tarde viene el rey de España. Tiene la concentración para seguir con su proyecto de vida a pesar del poder, los premios y las expectativas. En la historia de la literatura no conozco a nadie que haya aguantado ese grado de presión. A Hemingway lo mató. Incluso después del Premio Nobel, cuando la mayoría no pueden escribir nada mejor de lo que han hecho, ¿qué hace García Márquez? Escribe El amor en los tiempos del cólera, la gran novela de amor del siglo XX. Nadie con la popularidad de Julio Iglesias o Los Beatles se levantaría a escribir todas las mañanas. Gabo sí. Eso es admirable.

Por Sara Araújo Castro / Enviada Especial, Barranquilla

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar