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La manzana

¿Desde cuándo dejó de ser la manzana fruto prohibido? (CÉSAR ARDILA, Bogotá).

Manuel Drezner
06 de febrero de 2009 - 09:52 p. m.

La manzana nunca fue fruto prohibido, y la Biblia no identifica cuál fue esa fruta que ocasionó el desahucio del edén de nuestros primeros padres. Por tanto el colaborador puede comer manzanas tranquilamente con la seguridad de que ningún ángel con espada de fuego lo perseguirá.

El pico y placa

Como el Alcalde ofreció en sus discursos electorales que no tocaría el pico y placa, es lógico que ahora haya variado el pico y placa. Pero la pregunta es, ¿si servirá de algo extender el pico y placa a todo el día? (TOMÁS MSOQUERA, Bogotá).

Es claro que el lector no tiene mucha fe en las promesas electorales y es lamentable que los políticos, para ser elegidos, tengan que endulzar los oídos del electorado, ofreciéndoles lo que creen que desean para después hacer lo que se les venga en gana. Esa mala memoria es muy común y lo malo (o lo bueno) es que a la larga los electores la cobran. En todo caso se supone que esa limitación en la circulación de vehículos a la que dieron el ridículo nombre de pico y placa, antes encerraba a un importante porcentaje de carros a unas horas determinadas, precisamente las de mayor tránsito. Es claro que por fuera de esas horas pico de todas maneras las congestiones han disminuido bastante, de manera que somos muchos los que creemos que la nueva medida servirá, como dicen los estudiantes de hoy día, para tres cosas: nada, nada y nada.

Los incunables

Un amigo me muestra con orgullo un libro que adquirió a precio altísimo y justifica la adquisición y el precio diciendo que es un incunable. El libro tiene fecha de edición 1694 y yo entiendo que un libro tan relativamente reciente no es un incunable. ¿Tengo o no tengo razón? (NUMAEL FERRO, Bogotá)

Es muy difícil decir si tiene razón o no al decir que un libro de 1694 es un incunable, por la simple razón de que no hay una definición universalmente aceptada de lo que es el tal incunable. La más común es la que da el Diccionario de la Academia y la Británica de que son los libros editados entre la invención de la imprenta hasta principios del siglo XVI. Eso correspondería a la palabra, que implica un libro hecho en la cuna de la imprenta. Lo malo es que los bibliófilos no aceptan esa definición pues muchos afirman que el principio del siglo XVI no vio una evolución que valiera la pena en el arte de la impresión y que únicamente hacia el año 1720, cuando se comenzaron a producir tipos fundidos en serie hubo un cambio que valiera la pena. Por tanto, para ellos son incunables también los libros del XVI y XVII y con ese criterio, el de su amigo sí sería incunable. Por tanto, el que tenga o no tenga razón, depende de cuál definición escoge.

manueldr@etb.net.co

Por Manuel Drezner

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