Desde la azotea de la Iglesia del Voto Nacional se veía cómo transcurría la vida en el ‘Bronx’, en la calle décima con carrera 15. Había quienes dormían en la acera y, por efectos seguramente de la droga, no se percataban de la incomodidad del suelo, o de la piel rojiza a merced de los rayos directos del sol, o del pútrido olor que generaban bolsas de basura abiertas y el tapete de desechos que cobijaba la zona. Otros fumaban tranquilos una bareta a plena luz del día. Los edificios sucios y raídos por el tiempo y el olvido se erigían enrareciendo aún más el panorama de este lugar que reemplazó al desaparecido ‘Cartucho’, que en realidad no es una calle sino un recorrido que dibuja una ‘H’. De pronto chilló una alarma. Los habitantes del ‘Bronx’ se sabían observados y querían evitarlo a toda costa.
Por algo, este lugar es considerado por la Alcaldía Mayor de Bogotá como la zona más crítica de las 31 identificadas como puntos de concentración de conductas delictivas y degradación humana y arquitectónica. De acuerdo con Clara López, la secretaria de Gobierno, el grueso de la población de habitantes de la calle está en esta zona y equivale aproximadamente a tres mil personas.
Consciente del problema, la Secretaría Distrital de Gobierno instaló en la parroquia del Voto Nacional, ubicada justo al lado del ‘Bronx’, el Comité de Intervención. Este programa, liderado por el alcalde mayor, Samuel Moreno, desarrollará en los próximos meses actividades integrales con ambiciosos objetivos: recuperar el espacio público, incrementar la participación de los sectores comerciales, mejorar la calidad de vida de los habitantes, reducir el número de delitos e incluso hacer que a la iglesia acudan más feligreses.
El párroco del Voto, Darío Echeverry, apoyó el proyecto: “Creo que es algo serio, bien estudiado. Tengo esperanza de que traerá un buen resultado para la gente del sector”. Para él, hay que ver la totalidad de problemas del Bronx: “Primero, hay que considerar los derechos humanos para conservar la dignidad de estas personas. Segundo, es necesario trabajar en el núcleo social y no sólo en casos individuales. Tercero, la realidad arquitectónica no permite vivir en condiciones dignas. Finalmente, las acciones deben ser sostenidas e interdisciplinarias”.
¿Cómo hará la Secretaría para llevar a cabo esta hazaña? Principalmente, no será la única institución que estará involucrada, también cuenta con el apoyo de la participación ciudadana; el control y vigilancia de la Policía Metropolitana; la Secretaría de Salud en la prevención y tratamiento de la drogadicción; el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para la atención de menores; la Secretaría de Integración Social para el trabajo de resocialización y rehabilitación del habitante de calle; y entidades distritales que reconstruyan la infraestructura, las vías y los parques.
Clara López Obregón, agregó: “Los recursos tendrán que venir también de la cooperación internacional y el sector privado. El Voto Nacional es un símbolo y también tiene que ser parte de la recuperación del Bronx”.
La medida es urgente. El viernes pasado, en la primera fase de la intervención del Distrito, se sacaron 20 toneladas de basura de esta zona crítica. Más grave aún, en lo que va corrido del año, la Policía Metropolitana en sus inspecciones sorpresa se encontró con verdaderas muestras de delincuencia. En cuanto a droga, fueron hallados 12 kilos de marihuana, tres de coca, tres de basuco y dos de pasta de coca. Así mismo se encontraron tres armas de fuego y 50 contadores de agua robados. De hecho, la Policía tiene identificado en este sector al que llaman “El cartel de los contadores”.
El misterio que los habitantes del ‘Bronx’ ocultan con alarmas y trabajo en horas nocturnas puede tener matices macabros: “Allá tienen sus propios hornos crematorios donde desaparecen los restos de las personas que asesinan”, dijo un taxista que trabaja en la zona y que prefirió mantener en secreto su identidad.
De hecho, la misma secretaria de Gobierno ha sido intimidada: “En una de mis visitas descubrí que nos estaban apuntando con un rifle de largo alcance”, le dijo López a El Espectador.
Paradójicamente, en el sector, el antiguo edificio del batallón, rodeado de guardias de seguridad y poseedor de una fachada renovada y limpia, está separado sólo por una fila de casas viejas en cuyos techos nace rastrojo de la ‘H’ que marca el misterioso destino del ‘Bronx’.