Tras ser esposado, acusado de asociación ilícita y extorsión, y de estar recluido en un calabozo de la policía boliviana por un día, Valerio Queso pudo salirse con la suya. El juez Fernando Orellana, de la ciudad de Santa Cruz, lo dejó libre porque la Fiscalía nunca pudo probar su culpabilidad por la invasión de tierras en esa ciudad.
Proponiéndoselo, Valerio Queso se convirtió en una celebridad nacional. Y todo por un curioso detalle: su enorme parecido con el presidente boliviano, Evo Morales. De hecho, gracias a esa característica protagonizó en 2007 la película Evo Pueblo.
La fama le vino muy bien al actor, pero no supo cuándo parar. La personificación de Morales le reveló su verdadera vocación: luchar por los bolivianos más necesitados. Fue así como se convirtió en el líder del Movimiento Sin Techo (MST), al que las autoridades califican de ilegal porque invade grandes extensiones de tierra para exigir la construcción de viviendas. Valerio Queso inició su cruzada en La Paz, pero fue arrestado múltiples veces. Incluso, estuvo a punto de perder la vida cuando una comunidad aymara decidió lincharlo por invadir sus terrenos.
A finales del año pasado dejó la capital para trasladarse a Santa Cruz y así proseguir en su lucha. Esta vez, además de las ocupaciones, les vendió a 30 personas escrituras de propiedad sobre los terrenos que se había apoderado, y obligó a los propietarios originales a negociar la venta de sus lotes.
Sin embargo, la Fiscalía no pudo probar su autoría en estos hechos, y el doble del mandatario boliviano salió del juzgado con la cabeza en alto y con un mensaje para el jefe de Estado: “Evo Morales está bajando y nosotros subiendo”.
“Valerio aprecia mucho al presidente, y no entiende por qué lo atacan si lo único que hace es ayudar a los movimientos sociales”, aseguró el abogado del doble de Evo.