La variedad de conventos, claustros e iglesias que datan del siglo XVI han convertido a la costa Atlántica en uno de los epicentros más renombrados y de mayor recordación por parte de los feligreses en época de Semana Santa.
No en vano diversas comunidades religiosas, como los Agustinianos, Franciscanos, Recoletos, Dominicos, Jesuitas, Clarisas y Salesianos, entre otras, además de numerosas cofradías, escogieron la Costa como sede principal de sus comunidades desde la época de la Colonia, cuando la mayoría de órdenes religiosas ingresaron a Colombia por el antiguo puerto de Cartagena.
El misterio y la religión se han tomado a lo largo de la historia diversos rincones de la Costa y la han transformado en un imán cultural que atrae a numerosos creyentes de distintas partes del mundo y del país que desean descubrir cómo se vive la Semana Santa fuera de su ciudad.
Cartagena, vocación religiosa
Por su majestuosidad arquitectónica, las iglesia de Santo Domingo, San Pedro Claver, Santo Toribio, el Claustro de San Francisco, el Convento de La Popa Santa Clara y Santa Teresa se han convertido en museos, miradores y lujosos hoteles, lugares que hacen más atractiva a la ciudad heroica.
Y ahora para la época de la Semana Mayor, el centro histórico de la ‘Heroica’ se convierte en el escenario ideal para que los turistas giren su mirada hacia esta región, que se ha convertido en lugar obligatorio de peregrinación. Ejemplo de ello es el restaurado Templo de Santo Domingo, que fue galardonado en la categoría Intervención del Patrimonio en la Bienal de Arquitectura de 2006.
Actualmente, Cartagena tiene más de 10 iglesias con más de cuatro siglos de historia. Ese legado cultural está enlazado por la convicción de sus creyentes y su forma de ver el mundo.
Santa Marta, turismo religioso
La Catedral de Santa Marta es la primera iglesia que se levantó en América, de allí su gran valor ya que marca un estilo renacentista con influencia neoclásica. Por esta razón miles de feligreses siguen visitando la ‘Perla de América’ con el único propósito de visitar alrededor de 10 iglesias que datan del siglo XVI.
Pero sin duda la Capilla de Santa Ana, en la localidad de Bonda, es una bellísima construcción colonial que fue el último lugar de la resistencia tayrona a los españoles.
Mompós, celebra con solemnidad y respeto a la SS.
Desde 1643, Mompós viene realizando las festividades de Semana Santa, que constituyen una demostración ferviente del catolicismo y es considerada una de las mejores en Colombia. Las procesiones del Jueves y Viernes Santo son marchadas, es decir, los feligreses dan dos pasos adelante y uno hacia atrás, y el viernes es el día más solemne porque se celebra la procesión del ritual del Desprendimiento o Paso Robado.
Es la única Semana Santa marchada en el país, lo que le da una imponente belleza rítmica. Se trata, por lo tanto, de unas celebraciones que brillan por su organización, por la belleza de sus calles arregladas y decoradas por diferentes familias momposinas que durante los días previos al inicio de la Semana Mayor se dedican a este arduo trabajo para que todo sea en Mompós un ejemplo de fe, respeto, devoción y recogimiento.
En la ciudad tienen fama las seis iglesias de Santo Domingo, San Francisco, San Agustín, Santa Bárbara, San Juan de Dios, La Inmaculada Concepción y la capilla del cementerio, las cuales demuestran el cristianismo, la grandeza de su fe y la religiosidad que caracteriza a Mompós.
Las marchas también son importantes porque son piezas musicales que interpreta la banda, y sirven de fondo rítmico para que los nazarenos caminen los pasos desplazándose lentamente al compás de las notas musicales.