Las primeras luces del megaproyecto que promete cambiar la historia de la movilidad en Bogotá y la Sabana no se podrán ver sino el próximo 30 de junio, fecha en la que el consorcio español Sener deberá entregar los estudios de factibilidad del metro. Eso a pesar de que, en un acto que el alcalde Samuel Moreno calificó como un “tapabocas para los incrédulos”, el presidente Álvaro Uribe comprometió recursos de la Nación para financiar el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) de la región —$250 mil millones mínimo al año por tiempo indefinido—.
El día de la entrega del estudio se sabrá, por ejemplo, cuáles son las rutas más convenientes para el vehículo de transporte masivo que atravesará la ciudad y qué tan viable sería su integración con los otros elementos del SITP —tren de cercanías, Transmilenio y el resto de buses de servicio público—. El Distrito pagó por dicho informe alrededor de dos mil millones de pesos.
Según informó la Secretaría Distrital de Movilidad, la idea es que luego de conocer el estudio de factibilidad, se dé comienzo a los procesos de licitación de las obras —más o menos a fines de este año—, para que la construcción arranque antes de terminar 2010.
Para ver el inicio de su propuesta bandera, el Alcalde tendrá que cumplir, no obstante, con la exigencia que le hizo el Primer Mandatario el día en que se comprometió a aportar recursos de la Nación para el proyecto: terminar sin retrasos la fase III de Transmilenio —en la calle 26 y la carrera 10ª— a más tardar en diciembre del año entrante. Asimismo, deberá esperar a ver cómo se termina de definir el tema de la cofinanciación entre el Distrito, el departamento y el Gobierno Nacional. Hasta el momento está definido que Bogotá invierta 500 mil millones de pesos del presupuesto de la ciudad para las obras, más un billón de pesos, resultado de créditos que, sin embargo, aún no están asegurados.
Por los lados del tren de cercanías el asunto parece estar más claro. La Gobernación ya cuenta con los diseños básicos del vehículo eléctrico que comunicaría los municipios de la Sabana con la capital —ver infografía—. “Ya tenemos las rutas, detalles del funcionamiento y cómo serían los vagones. Ahora falta establecer la manera de empalmar con el metro y Transmilenio”, explicó el gobernador Andrés González.
Según el mandatario, ese proyecto cuesta 11 millones de dólares por kilómetro —la primera fase tiene 26— y será financiado “con aportes fiscales y por los municipios, dependiendo de las etapas”.
González aclaró que, contrario a lo que han dicho algunos funcionarios de la Alcaldía, el tren sí entrará a la ciudad. “Todos los vehículos de este tipo que funcionan en el mundo, lo hacen”.
En cuanto a Transmilenio, está previsto que luego de la implementación de ese sistema en la 26 y la décima, termine el proceso de mejoras.
Los mandatarios local, nacional y departamental han asegurado en varias ocasiones que el megaproyecto que une las tres propuestas de transporte público empezará a construirse en 2010. Así las cosas, la pregunta que queda por hacerse es si todo estará listo para esa fecha.