Tras la polémica del levantamiento de la excomunión a los obispos lefebvrianos, en especial al británico Richard Williamson, declarado negacionista del Holocausto, y otros deslices que han molestado al judaísmo, Benedicto XVI llamó a combatir el “repugnante” antisemitismo que “aún levanta la cabeza” en algunas partes del mundo. Dijo estas palabras tan pronto llegó al aeropuerto de Ben Gurión, en donde fue recibido por el presidente israelí, Shimon Peres, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
El Papa recordó la oportunidad que tiene de honrar la memoria de los seis millones de judíos víctimas de la Shoah y de que la humanidad no tenga que ser testigo de un crimen de similar enormidad, mientras ha intentado evitar cualquier comentario político y de crítica al Estado de Israel.
Benedicto XVI recordó que viene como peregrino de la reconciliación y la paz, consciente de su distanciamiento con la comunidad judía, que todavía no lo ve con buenos ojos.