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Indignación en la justicia por libertad a ‘El Indio’ y ‘Fritanga’

El fiscal Mario Iguarán dijo que así no se puede combatir la criminalidad y pidió que el juez sea investigado.

Redacción Judicial
16 de junio de 2009 - 11:03 p. m.

Aunque en cinco oportunidades jueces de la República le negaron un recurso de hábeas corpus al empresario Juan Felipe Sierra, a John Fredy Manco, alias El Indio y a Camilo Torres, alias Fritanga, –señalados como colaboradores del capo del narcotráfico Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario–, el Juez Quinto Penal Municipal de Bogotá accedió a su petición, ordenó su libertad inmediata y declaró toda la nulidad del proceso, en una decisión que causó escozor en el fiscal Mario Iguarán, quien declaró que se está favoreciendo a la mafia.

El documento, conocido por El Espectador y firmado por el juez Luis Eduardo Beltrán, dejó herido de muerte el expediente que durante dos años estructuraron agentes de la policía judicial y una fiscal antimafia que recopilaron centenares de interceptaciones telefónicas, seguimientos y documentos que relacionaron cómo la organización de Don Mario infiltró altos círculos judiciales y políticos en Antioquia, con el fin de traficar estupefacientes a sus anchas en la zona de Urabá. Según la decisión, que puso en tela de juicio la legalidad de las interceptaciones, Sierra, Manco y Torres debieron ser procesados por el nuevo sistema penal acusatorio y no por el viejo Código Penal.

“La omisión en la aplicación del nuevo Código de Procedimiento Penal, sumada a lo concerniente a la admisión de una prueba de interceptaciones telefónicas sin los requisitos legales y posteriormente tomarla como fundamento para librar las órdenes de detención en contra de los sindicados, viola completamente el debido proceso, pues limitó la posibilidad de los peticionarios de defenderse y de controvertir una prueba que fue arrimada en forma irregular al proceso”, sentenció el juez Beltrán en una providencia de 10 páginas.

Indignado, el fiscal Iguarán explicó que en este caso no prosperaron varias tutelas interpuestas antes, “hasta que encontraron un juez que consideró que todos estamos equivocados”. Con este fallo –dijo– “o sobra el juez o sobramos nosotros”, porque así “no es fácil combatir la criminalidad”. Sierra, El Indio y Fritanga  fueron detenidos el 4 de agosto del año pasado. Según la justicia, gracias a Sierra –dueño de la firma Control Total y procedente de una familia de rancio abolengo en Antioquia– y al ex director de Fiscalías Guillermo Valencia Cossio, la organización de Don Mario traficó estupefacientes con destino a Centroamérica y Europa.

Sierra, acusado por la Fiscalía de los delitos de concierto para delinquir y homicidio porque dio información para que se ejecutaran dos testigos que se disponían a revelarle a la justicia la infiltración de la organización de Don Mario en círculos judiciales de Antioquia, intentó fugarse del centro de reclusión en una ocasión y pagó para falsificar un documento, recordó Iguarán. Por eso, desde hace varios meses fue detenido en la cárcel de Cómbita (Boyacá).

“Nosotros hemos procurado no dejar esto en la impunidad, con el costo que tiene, porque, incluso, estaba involucrado uno de los nuestros, para dejar a este señor en limpio, con toda la evidencia”, indicó el Fiscal. En el caso de John Fredy Manco, la justicia estableció que, por órdenes de Guillermo León Valencia, fue alterado un informe de la Policía que lo ubicaba en el organigrama de la banda de Don Mario y que, como contraprestación El Indio le regaló una cuatrimoto al hermano del ministro del Interior. Por estos hechos Valencia enfrenta un juicio en la Corte Suprema.

Son centenares las grabaciones que relacionan a Sierra, Torres y a Valencia con las mafias del narcotráfico. En una grabación, por ejemplo, mientras dialoga con El Indio, Juan Felipe Sierra le dice a Guillermo Valencia que “le quedó grande el apellido” porque fue incapaz de averiguarle un nombramiento en un Ministerio de un amigo suyo. Sin duda, este expediente tiene pruebas contundentes y por eso la indignación del Fiscal tras el anuncio de la inmediata libertad que les concedió el juez Beltrán ayer. El asunto es que, una vez en la calle, la justicia teme que pueda perderles la pista a estos sujetos y sus prontuarios criminales queden sin condenas.

Los caminos equívocos del hábeas corpus

El hábeas corpus es una conquista de la humanidad y desde los tiempos del Imperio Romano se utiliza para la defensa de la libertad personal.

En Colombia se aplica cuando alguien ha sido capturado con violación de las garantías constitucionales o legales, y se puede interponer dentro de las 36 horas siguientes a la detención.

No obstante, en los últimos tiempos, ha sido utilizado para neutralizar la acción de la justicia. Cabe recordar, por ejemplo, cómo a finales de 1987, cuando estaba a punto de ser extraditado a Estados Unidos, lo usó el narcotraficante Jorge Luis Ochoa.

En medio de la guerra contra el narcoterrorismo de Pablo Escobar tuvo que ser restringido. Ya en tiempos recientes la lista es larga. Jorge Noguera, Miguel de la Espriella, Alirio de Jesús Rendón y ahora Juan Felipe Sierra.

Por Redacción Judicial

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