El estadounidense Stewart Cink, 23 años más joven que su compatriota Tom Watson (59 años), hizo añicos en el desempate lo que iba a ser la increíble historia del 138 Open Británico, protagonizada por el veterano golfista y que no tuvo final feliz por la victoria del primero en Turnberry.
Watson, con cinco títulos del Open (el último hace 26 años) y ocho Grandes, tuvo a tiro materializar su gran sueño con un último ‘putt’ para par en el hoyo 18, de dos metros y medio. Watson no lo embocó, y se fue directo a buscar la gesta en un desempate suicida frente al fornido Cink, ambos con dos bajo par.
El séptimo desempate, como siempre a cuatro hoyos, de los últimos 15 años del torneo fue el más emotivo, y el más triste. Turnberry apoyaba a Watson. Es más, el golf apoyaba al héroe encarnado en una segunda juventud, en busca de obligar al tiempo a un brutal retroceso.
La fortaleza de Cink, un excelente jugador del Tour estadounidense y trigésimo tercero del mundo, derrumbó el castillo de ilusiones que había construido el veterano golfista norteamericano desde el pasado jueves a base de esfuerzo, sabiduría, estrategia y fe. Cink consiguió ganar el primer torneo de Grand Slam de su carrera y Julius Boros seguirá en los libros de historia como el golfista más veterano en ganar un Grande (48 años). Watson, de 59 años, estuvo cerca de desbancar a Boros y de convertirse en el hombre con más títulos del Open Británico. La gesta se diluyó en un desempate dominado por Cink sin discusión al anotar -2 contra +4 de su rival. Ahí no hubo historia. El protagonista fue Cink, en un final que frustró el sueño colectivo de ver otra vez a Watson, 32 años después y en Turnberry, donde salió con éxito del famoso ‘Duelo al sol’ frente a Jack Nicklaus, levantar la jarra de plata más famosa del mundo.
Entre tanto, el colombiano Camilo Villegas terminó en el décimo tercer puesto, con un total de +2, tras firmar el domingo un tarjeta de 70 golpes, el par del campo. El primer día hizo -4; el segundo, +3, y el tercero, también +3.