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Detenido el “empresario” de Berlusconi

Giampaolo Tarantini confesó a los jueces que llevaba cocaína a las fiestas del primer ministro.

Valerio Mancini
18 de septiembre de 2009 - 09:06 p. m.

Giampaolo Tarantini, proxeneta de Silvio Berlusconi, está en la cárcel. El empresario de 34 años, quien supuestamente llevaba prostitutas de lujo a las fiestas del primer ministro italiano, fue detenido en el aeropuerto de la ciudad de Bari (sur de Italia) por el presunto delito de tráfico de drogas. Tarantini fue arrestado en una operación sorpresa, pues las autoridades temían que emprendiera la fuga o modificara algunas pruebas.

Así lo explicó ayer el fiscal Antonio Laudati, quien declaró a la prensa italiana que la detención “es fruto de las investigaciones que está llevando a cabo la Fiscalía tras la constitución de un grupo de trabajo sobre delitos que Tarantini podría haber cometido”.

El nombre de Giampaolo Tarantini, conocido como el “Rey de la silicona”, salió por primera vez a la luz pública el pasado 22 de junio, cuando el diario La Repubblica informó que la Fiscalía de Bari estaba investigando algunas fiestas privadas que él habría organizado en las residencias de Berlusconi en Cerdeña (Villa Certosa) y Roma (Palazzo Grazioli).

La investigación a Tarantini por presunta inducción a la prostitución comenzó en medio de un proceso que ya se le venía adelantando por supuestos sobornos realizados desde su empresa Technohospital. En conversaciones del empresario, incerceptadas por las autoridades, Tarantini hablaba de las fiestas del primer ministro italiano.

Patricia D’Addario, una reconocida prostituta, les dio más elementos a las autoridades cuando declaró ante la Fiscalía de Bari haber sido contratada por Tarantini para pasar una noche con Silvio Berlusconi. Según esta mujer de 41 años, la tarifa fue de 1.000 euros.

Ante las evidencias, el propio Tarantini confesó al semanario L'Espresso haber organizado en los últimos meses 18 fiestas para el primer ministro en las que participaron un total de 30 mujeres, muchas de ellas prostitutas.

Una de las juergas más memorables habría sido la organizada el 23 de diciembre, fiesta a la cual asistió Berlusconi luego de enviarle al Papa un mensaje en el que decía: “La Navidad es un momento de reflexión sobre el mensaje cristiano de esperanza, la familia es el núcleo central de la sociedad”, reveló L'Espresso .

La revista también informó que entre agosto de 2008 y enero de 2009, los meses más dramáticos de la crisis económica global, se organizaron en promedio una fiesta cada tres días y medio. Durante esos meses, afirma la publicación, el jefe del Gobierno italiano desatendió algunas citas importantes, como una reunión con la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice (5 de septiembre) o la Asamblea General de la ONU (23 del mismo mes).

Los investigadores también descubrieron, gracias a la declaración de un amigo de Tarantini, que el empresario gestionó el suministro de cocaína en una exclusiva fiesta en Cerdeña en el verano del año pasado. Según afirmó este testigo, toda la droga se guardaba en una caja fuerte, que el propio Tarantini compró, instaló y administró personalmente.

“El Rey de la silicona” declaró ante un juez que estaba convencido de que “las escorts y la cocaína son la mejor forma de tener éxito en la vida”.

Por Valerio Mancini

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