Eduardo Saravia, gerente de la sociedad Potosí La Pradera S.A. —dueña del club del mismo nombre ubicado cerca de La Calera, Cundinamarca—, está en aprietos judiciales. Desde finales de 2008 es investigado por los presuntos delitos de falsedad en documento privado y estafa, relacionados con supuestos manejos irregulares en la sociedad, y ahora la Fiscalía acaba de imputarle un nuevo delito: fraude procesal.
El origen del litigio parte de quejas formuladas por varios socios de Potosí La Pradera, relacionadas con la indebida alteración de la situación financiera de la compañía para forzar la venta de acciones por parte de los miembros minoritarios en favor de los accionistas controlantes, sin que los primeros hubieran recibido una contraprestación económica real. En consecuencia, los afectados le dieron poder al abogado Jaime Lombana para elevar la denuncia.
Saravia, sin embargo, le dijo a este diario que a la fecha seis personas han declarado en su favor, que a cada diligencia se ha presentado y que, por estar el proceso en una instancia jurídica, se acoge a lo que determine la justicia, que confía será beneficiosa para él, pues afirma que no ha habido irregularidades. Resalta además que, aunque los demandantes solicitaron embargo de bienes y vinculación de la junta directiva, tales peticiones fueron negadas.