Todavía no se define oficialmente si seis zonas de la capital que bordean los cerros orientales contarían con cables aéreos para descongestionar el transporte público y mejorar la movilidad de sus habitantes. La precisión la hizo el viernes la Secretaría de Movilidad del Distrito, que explicó que el tema apenas acaba de entrar a estudio y, probablemente, el año entrante se concrete.
Ese despacho firmó un acuerdo con la empresa que maneja el metro de Medellín para que, teniendo en cuenta factores de costo y viabilidad técnica, entre otros, determine si es factible o no construir los vehículos que funcionarían en Usaquén, Ciudad Bolívar, Chapinero, Santa Fe, Usme y San Cristóbal.
Las localidades en las que habría cables aéreos fueron escogidas, básicamente, por su geografía empinada, que las hace de difícil acceso.
Este nuevo servicio de transporte se constituiría como una pieza más del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) de Bogotá y la región, junto al metro, tren de cercanías y Transmilenio. La Secretaría de Movilidad aclaró que, sin embargo, su estudio no tiene nada que ver con la construcción de los cables aéreos de Soacha, que ya están diseñados y aprobados.
Se proyecta que en cerca de 15 días lleguen a la capital expertos de Medellín para iniciar la primera etapa de estudios. La segunda fase contempla el estimado de kilómetros, el número de estaciones y cabinas, así como las rutas que cubrirían los cables aéreos de la capital.