Algunos sectores venezolanos han advertido que detrás de la crisis diplomática que vive Colombia con Venezuela estaría la difícil situación que pasa el gobierno de Hugo Chávez por cuenta del severo racionamiento de luz y agua que vive el país y que ya comienza a sentirse en territorio colombiano. Desde el pasado 11 de noviembre, Puerto Carreño está sufriendo las consecuencias de los cortes de energía ordenados por el gobierno bolivariano.
En junio de 2004, la capital de Vichada se interconectó al sistema eléctrico venezolano, debido a que era más fácil obtener la energía de ese país, que la del sistema nacional de Colombia. Para obtener energía colombiana, los habitantes de Vichada tendrían que conectarse con Puerto Gaitán (Meta), a 900 kilómetros de distancia, operación que resultaría muy costosa. En cambio, para usar la red venezolana solamente necesitan cruzar el río Orinoco, por lo que se decidió obtener luz del vecino país.
Ximena Jiménez, gerente de Electrovichada. explica que desde entonces el departamento le está comprando a Venezuela energía. “Nos venden mensualmente 1’200.000 kilovatios por un costo de $230 a $250 millones”, explicó. Pero el sistema de energía venezolano al que está interconectado Puerto Carreño es tan débil que la capacidad se desbordó y ahora los habitantes deben soportar largos cortes de energía.
“Lo que está pasando es que el sistema eléctrico de Venezuela está teniendo muchos problemas técnicos que afectan el servicio de energía normal para los venezolanos y esto también nos está afectando a nosotros. Los racionamientos se realizan los días miércoles y viernes de 11 de la mañana a las 4 de la tarde”, indicó Jiménez.
Estos cortes de energía están afectando a los más de 20 mil habitantes que tiene la capital del Vichada, por eso las autoridades del departamento le piden al Gobierno Nacional un plan de contingencia que garantice el servicio continuo, pues dice Jiménez que los racionamientos continuarán hasta nueva orden del Ministerio de Energía de Venezuela.