El Magazín Cultural

Este jueves comienza la feria Art Basel Miami

Casas Riegner presenta la muestra ‘Estuvimos ahí’, de Icaro Zorbar. Esta galería es la única colombiana presente en la feria de Miami.

Liliana López Sorzano
02 de diciembre de 2009 - 10:03 p. m.

Desarmar, romper y aprender, ese es el método de aprendizaje infantil que con conciencia de adulto utiliza Icaro Zorbar en su propuesta artística. Pareciera que ese estímulo de infancia lo extendiera a los espectadores que se enfrentan a sus creaciones, porque en vez de sacar un letrero ‘No Tocar’, tan recurrente en el mundo del arte, invita a que la gente active la obra. “Más que interactividad es como un gesto de atender la obra. Si no la atiendes, no funciona. He llamado a algunas piezas ‘instalaciones atendidas’. La idea es obligar a la gente a que tenga un poco de curiosidad y despierte la obra”, sostiene Zorbar.

Describir la obra de este artista no es lo mismo que vivirla, por su carácter sonoro y por su necesidad de activación por parte de quien la observa.

La muestra que se presenta en la galería tiene por nombre Ahí estuvimos. Ésta se compone de otras como la instalación Órbita cero, que consiste en unos parlantes y unos tocadiscos de donde emanan tres loops que forman una composición sonora. Canción para un amor posible es otro de los brazos articulados que hacen parte de la exposición. En éste, unos platos que giran contienen el tallo de una zanahoria que a su vez es iluminada por una pequeña luz. Justo al lado hay una cajita de música. Al final, la zanahoria como tal no importa, sino la idea de brote y de vida que subyace de este tallo acompañado de verde que gira, que tiene agua y luz. Como en una especie de experimento, Zorbar crea estas pequeñas islas que bien podrían ser unos planetas. “Esa idea de vida articulada con la máquina que da vueltas recuerda esas bailarinas musicales que giran sobre sí mismas, redondean la idea de mundo, así como el del Principito”, confiesa el artista.

Para captar la obra de Zorbar es necesario aguzar el oído, la vista, agacharse, tocar y querer escudriñar lo que esconde cada uno de estos pequeños mundos. Si se mira el panorama completo, todo empieza a funcionar como un ecosistema, hay algo de remembranza de una instalación a la otra. En efecto, el hecho de dejar los cables visibles incide en el concepto de que todo está conectado.

Sobre los discos hay unos figurines de pingüinos que a cada vuelta se encuentran y se desencuentran. En toda la muestra, todas las cosas están girando, hay como una idea de orbitar en torno de repetición, de persistencia y de ecos. Quizá esta acción del círculo y los títulos sugestivos de cada instalación representen esa temática de las relaciones interpersonales tan presente en el trabajo de Zorbar. “Hay algo sobre el amor, el desamor, el encuentro , el desencuentro, la soledad… no es sólo a nivel del amor romántico, sino de las relaciones en general”.

En la mayoría de su obra hay una cierta sonoridad. Para Zorbar, la música puede ser un guiño de referencia, también puede funcionar como ambientación y la letra como guión o como estructura narrativa.

Hasta el 6 de diciembre su obra estará al lado de la de Gabriel Sierra y Mateo López en Art Basel Miami, representados por la Galería Casas Riegner.

 Galería Casas Riegner Calle 70A Nº 7-41. Tel 249 9194. Bogotá

Por Liliana López Sorzano

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar