Arden los cerros

El Alcalde y el Ministro de Ambiente anunciaron sanciones para posibles responsables.

El Espectador
04 de enero de 2010 - 09:30 p. m.

La primera aparición pública de Samuel Moreno Rojas este año fue para advertirle a la ciudadanía que habrá serias sanciones, con cárcel incluso, para aquellos que sean descubiertos como responsables de los diversos incendios forestales que azotan los cerros orientales de Bogotá y sus zonas aledañas desde el domingo pasado. El Alcalde dijo que “estas personas podrían pagar hasta cinco años de prisión y 51 millones de pesos de multa”.

Minutos antes, el ministro del Medio Ambiente, Carlos Costa, había anunciado que los incendios se debían, fundamentalmente, al descuido de las personas que salían a pasear y encendían fogatas para cocinas o arrojaban colillas de cigarrillos encendidas al suelo. “Debemos estar en alerta, porque la mejor manera de detener a tiempo un incendio es informar oportunamente de su ocurrencia”, agregó.

Las conflagraciones, que en Boyacá han arrasado con más de 300 hectáreas, según el gobernador José Rozo, y que se han expandido por Cundinamarca,  se iniciaron en la capital el domingo hacia las cuatro de la tarde. Según las primeras versiones, se habrían debido a acciones criminales. Sin embargo, en la medida en la que pasaban las horas, tanto el Cuerpo de Bomberos como los agentes de la DPAE (Dirección de Prevención y Atención de Emergencias) y de la FAC (Fuerza Aérea Colombiana) que intentaban aplacar el fuego explicaron que los incendios eran recurrentes en esta época de sequía, pero se habían multiplicado por conductas negligentes de algunos ciudadanos.

Hasta el lunes en la tarde, según el secretario de Salud, Héctor Zambrano, más de 30 hectáreas de tierra habían sido consumidas por el incendio en Santa Rosa, en la periferia del suroriente de Bogotá. El punto más crítico estaba ubicado en el Alto El Zuque, donde se conformó el centro de operaciones de los organismos de socorro. Zambrano advirtió que la conflagración amenazaba con llegar a zonas residenciales de la localidad de San Cristóbal, especialmente al barrio Aguas Claras, pese al intenso trabajo que se estaba desarrollando.

 Sobre las 2, un nuevo incendió comenzó a arrasar con las copas de los árboles de la zona de los tanques de El Silencio, en la parte alta del Parque Nacional. Las llamas alcanzaron alturas de hasta 40 metros, informaron los bomberos. Los diferentes operativos, que este lunes aplacaron cuatro conflagraciones, han sido liderados por helicópteros Black Hawk de la Fuerza Aérea Colombiana, que han sobrevolado los cerros lanzando agua, por decenas de carros de bomberos y un centenar de agentes.

Ederley Torres, coordinador de emergencias de la Defensa Civil, explicó que el fuego pudo estar motivado por las heladas de las madrugadas, que quemaron la vegetación autóctona de los cerros y al día siguiente la dejaron seca y susceptible de quemarse con las altas temperaturas, aunque también, por las fogatas con desechos vegetales que ha hecho la comunidad en la zona.

Por El Espectador

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