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El lamento de los afro

Relatora sobre minorías de la ONU estuvo en Colombia.

El Espectador
12 de febrero de 2010 - 10:22 p. m.

“Hay un sinnúmero de planes políticos y programas intersectoriales del Gobierno, pero nada parece estar llegando a la población afrocolombiana, que está en medio de una crisis humanitaria”. Así lo determinó Gay McDougall, la relatora sobre minorías de la ONU en su paso por el territorio colombiano con el fin de evaluar la situación de las comunidades afrodescendientes.

En la presentación de los resultados preliminares de su investigación, la experta independiente criticó fuertemente la “limitada, inadecuada y esporádica” aplicación de la legislación colombiana en estas comunidades: “No está sucediendo nada en el terreno”, aseguró haciendo referencia a la continua violación de los Derechos Humanos en las zonas en las que mayormente viven las personas de raza negra. En su paso por regiones como Bolívar, Urabá, Chocó, Apartadó, Buenaventura y Suárez (Cauca) fue testigo de problemáticas como desplazamiento o reclutamiento forzado de menores, asesinatos selectivos, confinamiento y un impacto grave de la agroindustria.

Le llamó en particular la atención que las tierras que los afrocolombianos reclaman como ancestrales, son objeto de disputa por poderes económicos interesados en la explotación de los recursos naturales y de grupos armados al margen de la ley. Sobre estos últimos aseveró: “La desmovilización significa para estas comunidades únicamente un cambio de ropa, pues se están rearmando bajo otros nombres”.

Respecto de las amenazas a los líderes afrocolombianos, denunció que han aumentado por cuenta de la resistencia que ponen ante la presión de los grupos armados para usar su territorio o de los empresarios con interés en acaparar las tierras.

Finalmente, hizo un llamado de atención sobre las problemáticas de las mujeres afrocolombianas, quienes deben encarar solas el conflicto al presenciar el asesinato de sus compañeros sentimentales y el reclutamiento de sus hijos, aún siendo menores de edad. “Debido a esto se ven obligadas a desplazarse a ciudades donde la limitación laboral es tan grave que terminan siendo empleadas domésticas o ejerciendo la prostitución. Esto es muy preocupante”, expuso McDougall, quien abandona Colombia esta semana llevándose un mal sabor.

Por El Espectador

 

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