Al constatar que 10 de los más grandes empresas azucareras del país incurrieron en prácticas desleales y fijaron precios para liquidar la caña de azúcar y el alcohol carburante en perjuicio de sus proveedores, la Superintendencia de Industria y Comercio sancionó a los ingenios Cauca, Providencia, Mayagüez, Manuelita, Risaralda, Central Castilla, Riopaila, Carmelita, Pichichí y La Cabaña. La decisión no es de poca monta. Cada una de estas firmas deberá pagar una multa de $1.030 millones, siendo una de las más altas impuestas por la entidad de control.
En esencia, por haber incurrido “en un acuerdo para la fijación de los precios de la caña de azúcar”, la Superintendencia evidenció que las denuncias que en abril de 2004 interpuso la Asociación Colombiana de Proveedores y Productores de Caña (Procaña) tenían sustento. En ese entonces la organización manifestó que los complejos industriales estaban tomando ventaja en la compra de caña destinada para la producción de etanol, a pesar de que la relación de participación por décadas había sido una repartición de ganancias entre los ingenios y proveedores de 50/50.
La investigación tomó forma en marzo de 2007, cuando la Superintendencia encontró elementos irregulares en estos pactos entre los ingenios, pues se afectaba la libre competencia económica, que se considera un derecho y está reglamentada en el país desde hace varias décadas. En síntesis, se estableció que estas empresas, que según Asocaña controlan el 99,7% de la producción de caña de azúcar en Colombia, abusaron de su posición dominante.
Tal como lo informó El Espectador en su edición del 16 de diciembre de 2009, el organismo de control halló un acta de acuerdo de 1992 en el que se establecía un precio máximo para pagarles a los proveedores por tonelada de caña de azúcar y además correos electrónicos entre ejecutivos de los ingenios con información reservada de las compañías.
El equipo de abogados de los ingenios anunció que apelará la decisión, por cuanto considera que existen suficientes pruebas de que sus defendidos no hacen pactos de precios y aseguró que “la metodología para fijar el precio de la caña en Colombia es reconocida y utilizada a nivel mundial” y está basada la producción (...) cuando se compara con cualquiera de las remuneraciones en el resto del mundo, la caña colombiana es una de las mejor remuneradas.