Pese a las quejas chinas, que en las últimas semanas se convirtieron incluso en amenazas de retaliación económica, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió ayer con el Dalai Lama, líder espiritual tibetano. El encuentro fue privado, pero se llevó a cabo en la Sala de Mapas de la Casa Blanca.
El encuentro duró una hora y fue cerrado a los medios. Al finalizar, el líder espiritual aseguró que se sentía “muy contento” por la reunión. En un comunicado, el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs aseguró que el presidente habló con el Dalai Lama sobre el proceso de diálogo con el gobierno y la situación actual de los tibetanos. Según el comunicado, Obama “subrayó que ha alentado constantemente a ambas partes a implicarse en un diálogo directo para resolver sus diferencias y le complació oír la reciente reanudación de esas conversaciones”.