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“Mis hijos son mi tesoro”

Lida Salazar Moreno, superintendente de Notariado y Registro asegura que el concurso de notarios fue tan transparente como la luz del día y que la pone triste la deslealtad y la ingratitud.

El Espectador
26 de octubre de 2008 - 10:00 p. m.

¿Qué tan transparente fue el concurso de notarios?

Tan transparente como la luz del día.

Dicen que lo gana el que tenga más amigos en el Congreso.

Pregunte qué opinan de esa afirmación los asesores jurídicos de las notarías, los abogados, los litigantes y los demás concursantes que ingresaron a la carrera notarial después de haber cumplido a cabalidad todas las etapas del concurso.

¿Es verdad eso de que el que sea notario se llena de plata?

Es relativo, acuérdese de que el vaso se ve medio lleno o medio vacío depende de quien lo mida.

¿Quién es el rey de las notarías?

En Colombia nunca ha existido monarquía.

¿Qué le falta a la Superintendencia de Notariado?

Profesionalizarse y continuar su proceso de modernización.

¿Qué tan grave es el problema de titulación de tierras en el país?

Es tan grave como la desproporción entre el número de oficinas de registro de instrumentos públicos y el número de municipios.

¿Le gustaría ser congresista?

No.

¿Le gustaría que uno de su hijos fuera político?

Si alguno tiene esa vocación, contará con todo mi apoyo.

Lo mejor de Roberto Camacho.

Inteligencia, carácter y decisión; excelente amigo, padre y miembro de familia.

¿Qué tan regañón es el ministro Fabio Valencia Cossio?

No le conozco esa faceta.

¿Y qué tan regañona es usted?

Pregúnteselo a mis colaboradores.

¿A usted cómo le ha ido con el Congreso?

He asistido a tres citaciones relacionadas con los proyectos de ley por asuntos de notariado y registro, y el balance ha sido positivo.

¿Es verdad que allá va mucho lagarto?

En esa entidad se atiende a todas las personas que acuden a ella. Ese calificativo me parece desobligante.

Una mujer admirable.

La que logra integrar la vida personal, profesional y social.

Su mayor embarrada.

Cuando apenas aprendía a manejar, haberme estrellado contra la casa de mis papás en el carro de mi hermano.

Un trámite jarto de hacer.

La refrendación de documentos.

¿Qué la pone triste?

La deslealtad y la ingratitud.

¿Y qué la hacer reír?

El fino humor bogotano y los chistes flojos de ‘La Luciérnaga’.


¿A quién le reza?

A mis ángeles de la guarda: mi papá, mi mamá y mi esposo.

Su tesoro más preciado.

Mis tres hijos.

¿A quién no soporta?

A los mentirosos y calumniadores.

Su mejor amigo.

Es difícil escoger uno en particular.

En pocas palabras: Álvaro Uribe.

Un hombre de palabra.

Fabio Valencia Cossio.

Un excelente ejecutivo.

Guillermo León Valencia.

Un gran ex presidente.

Carlos Holguín Sardi.

Un gran ejemplo.

Enrique Gómez Hurtado.

Un hombre muy culto.

¿Quién es el mejor funcionario del Gobierno?

El presidente Uribe.

¿Qué colecciona?

Recuerdos y biografías.

¿A qué le teme?

A Dios y a lo insegura que es esta ciudad para los niños y los jóvenes.

Usted es abogada, ¿a quién no defendería?

A los abusadores, especialmente a los de menores.

¿Qué tan buena cocinera es?

Pregúnteles a mis invitados.

¿Las mujeres al poder?

Por méritos, no por género.

¿Qué tan exigente es en la casa?

Al extremo con el orden.

¿Y en el trabajo?

Hasta cuando dejo el escritorio desocupado.

¿Cómo debe ser la mujer líder de hoy?

Preparada, comprometida y femenina.

Por El Espectador

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