Los camioneros deben $700 mil millones

Jorge García González, quien hasta hace seis meses manejaba su propio camión, fue elegido como nuevo presidente de la ACC.

Jairo Chacón González
30 de noviembre de 2008 - 10:20 p. m.

Desde los 14 años, cuando se vio obligado a conducir el  taxi Ford 55 de su papá, Jorge Ignacio García González, el nuevo presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Camioneros, ACC,  supo que su vida estaría ligada al sector transportador.

Pero lo que nunca imaginó fue que en corto tiempo llegaría a convertirse en la persona más importante del sector camionero del país, a tal punto que una simple orden suya paralizaría el transporte en Colombia.

Y es que hace 10 días, una vez asumió su nuevo rol de presidente de la ACC, envió una tajante advertencia al Gobierno Nacional. La junta directiva del gremio se declaró en asamblea permanente a la espera del cumplimiento de los primeros acuerdos suscritos entre las partes para levantar la inmovilización camionera que golpeó de manera fuerte los interés económicos del país, en agosto pasado.

El dirigente gremial, quien desde los 16 años está metido en el sector camionero, es uno de los más comprometidos en la búsqueda de las soluciones a la problemática de 150 mil propietarios de vehículos de carga pesada que operan en el país.

García González, quien asumió el pasado viernes, tiene sus ojos puestos en el Ministerio de Transporte, entidad que este lunes deberá iniciar el proceso de expedición del manifiesto electrónico de carga, requisito fundamental para iniciar el proceso de transformación del sector camionero en el país.

 Y más cuando ya en dos oportunidades se ha aplazado la implementación de esta herramienta, con la cual se reducen los precios en el transporte de mercancía.

 De no darse cumplimiento a esta exigencia del sector, se procedería de inmediato a convocar una nueva inmovilización o paro camionero, situación que lesionaría al país, en especial en esta época del año.

Pero la preocupación de García, quien desde muy joven se encaramó en un camión Ford 800, modelo 53, de propiedad de su primo y del cual no se ha desprendido, no es distinta a la de miles de propietarios.

Se trata de la reposición de los vehículos, medida que se viene estudiando en el Congreso de la República, pero que no ha tenido los resultados esperados. Esta propuesta pretende que los actuales propietarios puedan cambiar su camión por uno más nuevo o un cero kilómetros.

O que por lo menos les permitan seguir repotenciando los vehículos, es decir, cambiarles el  motor para mejorarlos y poder trabajar durante 10 años más, aunque con la reposición esta alternativa se acaba.


García, quien sólo tiene estudios de bachillerato, en el Colegio Ciudad del Niño, de  Madrid (Cundinamarca), se desenvuelve como todo un diplomático. Considera que conoce bien la problemática del país y le molesta que menosprecien al camionero y en general a los conductores, que por estar detrás de una timón transportando carga o pasajeros, no pierden su calidad de ser humano.

Por esta razón, considera que el país le debe mucho a este sector y que por ello trabajará para que sea reinvindicado.

“En Colombia hay sobreoferta de camiones y eso lo sabe el Gobierno y por ello es nuestra lucha  diaria. Ahora que estoy al frente del sector, voy a impulsar la creación de una bolsa de carga camionera, con lo cual se reducirán los problemas a cero y habrá carga para todo el mundo, no sólo para los que pagan para poder conseguir un ‘viajecito’, sostiene García, luego de contestar dos llamadas en las que da instrucciones claras y contundentes a sus agremiados.

No se le escapa nada, y pese a que no utiliza un portátil o un BlackBerry, en sus cuadernos   promocionales de una marca de camiones tiene ordenadamente los temas que trata, desde códigos, leyes y decretos, hasta las tareas pendientes de su casa, en Manizales.

 El dirigente está al frente de la ACC de lunes a viernes, en Bogotá, y el fin de semana viaja a estar con su familia en la capital de Caldas.

Hasta hace seis meses él mismo manejó su camión, lo cual le permite entender a fondo la problemática del sector y las soluciones que se pueden plantear.

Es un presidente de aguardientes, es decir, que comparte con los conductores como con los altos directivos a los cuales ha tenido que acudir para buscar una salida a los problemas de los asociados.

Hoy, los propietarios de camiones que compraron sus vehículos cuando el dólar estaba a $3.000, han perdido entre $150 y $200 millones y están colgados en sus pagos.


El sector camionero tiene una cartera de $700 mil millones con los bancos y no se ha encontrado una salida a esta situación.

El Gobierno se comprometió a facilitar la aprobación de créditos a través de Bancóldex, pero no ha sido posible concretar nada.

Entre tanto, los bancos han agilizado los procesos jurídicos para hacer el cobro de los créditos.

García González ya estuvo con funcionarios del BID y logró la aprobación de unos recursos  para fondear la cartera morosa de los transportadores, pero para su aprobación se debe tener el aval del Gobierno a través de un banco del Estado.

Para concretar esta solución, voceros de la ACC se entrevistaron con representantes de Banagrario, pero no se pudo encontrar una salida a la problemática, debido a que el banco no les presta a las personas morosas.

Otro de los retos de García es lograr la creación del Fondo para el Desarrollo del Transporte, un sistema parecido al Fondo del Café, con el cual se garantice la seguridad social  para los conductores mayores de 50 años.

Este fondo se financiaría con el pago del manifiesto de carga, el cual pagarían los conductores o propietarios de los vehículos para poder salir con un viaje. Se estima que este valor podría ser de $5.000.

García González señala que el país desconoce todo lo que hay detrás de un viaje. “Hay comisionistas flotantes que por conseguir un viaje cobran hasta $100 mil y a esto se suman otras cifras para acceder a un viaje. A veces se habla de hasta $300 mil para conseguir un viaje. Con la Bolsa de Carga Camionera, el camionero podría pagar una cifra entre $30 y 50 mil, lo que haría más rentable la operación”, explicó .

Esta Bolsa podría ser entregada en concesión a un operador privado, que a través de un software y vía internet asigna la carga a determinado vehículo, el cual es solicitado por las empresas. Este proyecto ya está andando, pero se requiere el acompañamiento del Gobierno, de los camioneros, de las empresas de transporte y de los generadores de carga.

El dirigente sostiene que el Gobierno también debe ajustar las empresas, debido a que en el país hay 1.700, de las cuales, 1.000 operan en la informalidad.

Por ello considera que se debe crear un nuevo modelo empresarial, con el cual se fortalecerá el negocio camionero.

 García, quien es un directivo más conciliador que su antecesor, Nemesio Castillo, señala que el sector debe retomar la importancia que tenía en otra época y que debe ser tenido en cuenta por el Gobierno para analizar varios temas, como el del TLC, para el cual no fue convocado.


Por ahora, vamos a mantenernos en las peticiones que hicimos al Gobierno para levantar el paro.

“Hoy veremos si opera o no el manifiesto de carga, que es el primer requisito para no convocar a un nuevo cese de actividades de inmediato”, señaló. “También vamos a estar pendientes del congelamiento del parque automotor, la creación de líneas de crédito especial para el pago de los deudores morosos, la aplicación de  sanciones a empresas que violen las tablas de fletes, la reglamentación de éstos y la chatarrización de los vehículos de carga.

Sobreoferta camionera

De acuerdo con Jorge García, en el país hay 201 mil camiones, de los cuales 32.000 son tractomulas y el resto corresponde a dobletroques y camiones sencillos.

Con estos vehículos se podrían movilizar 200 millones de toneladas al año, pero sólo hay 120 millones de toneladas reales, lo que significa una sobreoferta del 40% de los vehículos. Es decir, que sobran 80.000 automotores.

Si el país creciera al ritmo de 2007, se podrían movilizar 125 mil toneladas de carga, pero esto no va a ocurrir, lo que significa que tenemos vehículos para   no adquirir uno más en los próximos seis años.

García González también mostró su preocupación por el estado de las carreteras, la mala calidad de los combustibles y el alto costo de los peajes.

‘‘Hasta hace seis meses estaba manejando mi camioncito, pero ahora estoy al frente de uno más grande, el cual debo guiar con cuidado para no defraudar a nadie”.

Jorge Ignacio García González,    presidente de la Asociación Colombiana de Camioneros.

Por Jairo Chacón González

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