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Polémica en los comedores comunitarios de Bogotá

La Secretaría de Integración Social presentó propuesta para administrar los recursos, que son de carácter "privado".

Laura Ardila Arrieta
31 de agosto de 2010 - 10:00 p. m.

En 2006, el entonces alcalde Luis Eduardo Garzón creó el programa de comedores comunitarios dentro de la política “Bogotá sin hambre”, a través del cual la gente aportaba voluntariamente de $300 a $1.500 para acceder al servicio. El actual mandatario Samuel Moreno respaldó la iniciativa, pero en agosto de 2009 ordenó suspender el pago de los aportes. En ese momento, la Tesorería Distrital ya tenía recaudados $8.257 millones por este concepto, una suma que Moreno dispuso devolver a la comunidad.

Para liderar el proceso de devolución del dinero, Moreno encargó a la Secretaría de Integración Social realizar una elección entre los usuarios de los comedores comunitarios para que aportaran propuestas y escogieran en qué invertir los recursos. La jornada se adelantó el pasado domingo y 32.267 ciudadanos de estratos bajos respondieron a la convocatoria. Hoy, esta votación se ha convertido en fuente de polémica por cuenta de una inusitada intervención de la propia entidad distrital.

Según fuentes cercanas al proceso, aunque la idea de la elección era que los beneficiarios de los comedores comunitarios presentaran sus proyectos sociales y que la Secretaría entrara a asesorarlos,  la dependencia llegó con propuesta propia. Un proyecto de vivienda y microcrédito con asesor incorporado: el ex director de la entidad distrital Metrovivienda, Germán Ávila, quien actualmente es miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Polo.

El nombre de Ávila ya es conocido en la ciudad, porque según publicaciones de la época, siendo director de Metrovivienda en 2004, negoció con la Federación Nacional de Vivienda Popular (Fenavip) 18 lotes para vivienda de interés social. Una transacción de la que quedó una deuda de $6.200 millones. Resulta que el mismo Ávila, hasta un mes antes de llegar a Metrovivienda, fungía como gerente de Fenavip.

En otras palabras, Germán Ávila, fundador de Fenavip, hace varios años dejó la federación para liderar desde Metrovivienda las iniciativas del Distrito en la materia. Y después de que negoció con la entidad que había creado, regresó a dirigirla. Hoy es  nuevamente piedra de escándalo porque su nombre supuestamente lidera la iniciativa de vivienda que la Secretaría de Integración planteó a los beneficiarios de los comedores.   

Según estableció El Espectador, el pasado 1º de julio se realizó una reunión en el Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) de la Secretaría de Integración, en el barrio Kennedy, durante la cual Germán Ávila explicó su propuesta a los encargados de los comedores comunitarios. El encuentro estuvo presidido por el director territorial de la Secretaría, Jefrey Prada, quien literalmente pidió a los asistentes “ponerse la camiseta” para promover la iniciativa.

El proyecto de la Secretaría, además de las disposiciones técnicas, exige a las familias postuladas “tener certificación de capacidad de endeudamiento” para acceder a los créditos de vivienda. Un aspecto que para los expertos ya plantea una enorme dificultad a los beneficiarios de los comedores comunitarios, en su mayoría desplazados o habitantes de la calle. La secretaria de Integración, Mercedes del Carmen Ríos, sostiene que sólo es una propuesta más de tantas otras.

Y añadió que se trata de una fórmula construida entre la comunidad y algunos subdirectores locales. “Tiene dos componentes, uno para que la gente pueda complementar su subsidio de vivienda y otro para organizar empresas con el fin de obtener recursos”, insistió la funcionaria. Según la página web de Fenavip, ella, al igual que Germán Ávila, es también fundadora de esta entidad privada.

No obstante, sobre la participación de su socio y “amigo de 30 años”, manifestó que quien lo llamó a asesorar el tema fue la Cooperativa Confiar, para que dictara una charla sobre microfinanzas y que la comunidad no sabe quién es él. Pero Jefrey Prada, el director territorial, dice que Ávila llegó invitado por la comunidad. El ex director de Metrovivienda aclaró que la Secretaría sólo le hizo consultas “informales” y calificó el escándalo como “injusto”.

Nueve días antes de las elecciones en los comedores comunitarios, la Veeduría Distrital había solicitado que el proceso se suspendiera hasta que se aclarara si están participando quienes pagaron entre 2006 y 2009 o los que ahora no cancelan un peso por los servicios. De todos modos, la votación se hizo y en 32 de 301 comedores, ganó la iniciativa de la Secretaría de Integración Social. El tema está por resolverse, pero la presencia de Ávila como asesor o proponente ha levantado suspicacias.

Por Laura Ardila Arrieta

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