El fin a la trampa del ave amarilla

A las nueve de la mañana del martes, las autoridades ambientales recibieron el llamado de alerta de los vecinos del humedal La Vaca, en la localidad de Kennedy, quienes denunciaban  la presencia de un hombre que con ayuda de una jaula de madera se encontraba en los alrededores del humedal tratando de cazar alguna de las especies migratorias que habían llegado al lugar después de dos años de trabajos de restauración del ecosistema.

El Espectador
23 de septiembre de 2008 - 09:00 p. m.

 Según informes de la Policía Ambiental, Wílmer Berrío Arrieta sería el presunto cazador y comercializador de aves exóticas que desde hace meses se ha dedicado a la venta de estas especies. La comunidad asegura que este hombre era quien se encargaba de esconder una jaula entre los matorrales, que en su interior tenía un pájaro hembra que estaba entrenado para llamar la atención de las demás aves. Esta era la estrategia conocida como “la trampa del ave amarilla”.

Después de recibir el llamado de la ciudadanía, los agentes  llegaron hasta el humedal, en donde encontraron a Berrío con una jaula y un ave de color naranja y amarillo que, según la comunidad, había capturado en el humedal. El presunto cazador estaba saliendo del lugar y fue identificado por los vecinos, que desde hace 14 años trabajan en asociaciones para defender el ecosistema.

Después fue trasladado a la estación de policía de Los Mártires, en donde quedó a disposición de la Fiscalía. “Este hombre estaría sindicado por los delitos de comercio y tráfico ilegal de especies, que según el Código Penal tienen entre dos y cinco años de cárcel. El pájaro incautado será puesto a disposición de la Secretaría de Ambiente”, dijo el patrullero González, miembro de la Policía Ambiental.

Por El Espectador

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