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Donde jamás llegará el olvido

Uno de los lotes del Cementerio Central se convertirá en un monumento por la vida, la paz y la reconciliación.

María Camila Peña
21 de febrero de 2009 - 10:00 p. m.

En uno de los antiguos lotes del Cementerio Central, un monolito de 17 metros de altura se convertirá en el lugar de recuerdo de los cientos de víctimas de la violencia en Colombia. Este simbólico edificio, que recibirá el nombre de Centro Bicentenario, Memoria, Paz y Reconciliación, pretende reconocer públicamente la realidad de las víctimas, la vulneración de sus derechos y visibilizar la historia del conflicto, para de esta forma buscar la no repetición de estos hechos.

Como si el recuerdo de las historias de estos hombres y mujeres que perdieron sus vidas en medio del conflicto  proviniera de lo más profundo de la tierra, este centro, que comenzará a ser construido en agosto de este año, estará bajo la superficie de los terrenos que algunas vez fueron parte de uno de los cementerios más importantes de la ciudad.

La reconciliación será uno de los temas pilares en este campo de lucha, que rememorará aquellas violencias que para muchos quedaron en el olvido. Este será el regalo de la ciudad en la celebración del bicentenario de la independencia, un monumento que a la vez se convertirá en un epicentro de peregrinación y que será construido con manotadas de tierra de aquellas zonas del país más vulneradas.

Los cientos de ventanas que quedarán en la superficie serán la única fuente de luz natural que llegará hasta la edificación. Una luz que simbolizará a todos aquellos a quienes les arrebataron la vida por sus convicciones políticas, por pelear por sus ideas o simplemente por ser parte de un conflicto que no les pertenecía.

“Este va a ser un espacio para la memoria individual y colectiva, Para el reconocimiento y la reconciliación. Vamos a hacer una convocatoria para que todas las personas que tengan una víctima y quieran participar de la construcción del centro traigan un puñado de tierra del lugar en donde se perpetuó la violencia”, explicó la secretaria de Gobierno, Clara López.


El centro surgió como uno de los objetivos del Plan de Desarrollo del gobierno de Samuel Moreno. “Una de las razones por las que en Colombia no se cierran los ciclos de violencia, es porque no se reconocen los conflictos y sus consecuencias —dijo López—. Este lugar se va a convertir en la materialización de una historia que necesita ser reparada”.

Este miércoles se realizará el lanzamiento del componente virtual de esta iniciativa, que contará con un museo en línea, un centro de documentación sobre el conflicto y una cartografía de la memoria de Bogotá.

Algunas de los hechos identificados en la cartografía son la muerte de los estudiantes de la Universidad Nacional en el 84, los desaparecidos del Palacio de Justicia en el 85 y el asesinato del líder Luis Carlos Galán en 1989.

Las obras serán culminadas en julio del próximo de año y, según los diseños realizados por el arquitecto Pablo Ortiz, quien ganó el concurso convocado por la Sociedad Colombiana de Arquitectos, tendrá un auditorio, salas para conferencias y exposiciones, una cafetería y estará rodeado por un espejo de agua. El monolito será construido en tapia pisada y estará compuesto por bloques anchos, como los de la época de la colonia. El proyecto, incluyendo la parte virtual, tendrá un costo de $10 mil millones.

Según José Antequera Guzmán, abogado investigador en el tema de la memoria, “a diferencia de los otros espacios dedicados a la memoria en el mundo, este centro parte de la premisa de que todavía estamos viviendo un conflicto armado. El objetivo es reconocer una historia de vulneraciones y generar espacios de reflexión sobre la paz”.

Esta es una de las primeras iniciativas que luchan contra el olvido y establece, además, un punto de encuentro para los familiares de las víctimas, que con el paso del tiempo se han convertido en la única evidencia de que aquellos crímenes sí ocurrieron.


Para el politólogo e historiador Camilo Rodríguez, “lo complicado con este lugar de memoria es que el conflicto persiste y, por lo mismo, las fronteras morales entre víctimas y victimarios no se han delimitado. En este caso las preguntas claves que uno se haría son: ¿A quién se está reconociendo? ¿Cómo y desde dónde?”.

La memoria en América Latina

Argentina. Lleva por nombre Museo de la Memoria. Se erigió en la Escuela Mecánica de la Armada, principal centro de detención de la dictadura. Hoy es símbolo de la defensa de la memoria y los Derechos Humanos.

Chile. En la actualidad existe el Parque por la Paz Villa Grimaldi otrora centro de detención del régimen de AugustoPinochet. En 2008 se inició  la construcción del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Santiago de Chile.

Perú. En varias ciudades hay lugares destinados para la conmemoración de la violación de los Derechos Humanos. Ayacucho tiene una Casa Museo y en Lima está en desarrollo, desde el año 2005, el proyecto Alameda de la Memoria.

Por María Camila Peña

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