El Secretario de Ambiente cree que el problema de la nivelación de los canales de aguas lluvias de la calle 26 no es tan grave como se ha dicho y autorizó la continuación de las obras.
Aunque hace tres días la Secretaría de Ambiente autorizó al Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) para rellenar un tramo de los vallados que atraviesan la calle 26, es más el polvo que se ha levantado alrededor de una posible sanción que impondría la secretaría al IDU, que el impacto real del procedimiento. Así lo hizo saber Juan Nieto Escalante, secretario de Ambiente.
La historia comenzó el 18 de mayo de este año, cuando la secretaría instauró una medida de suspensión provisional a las obras de la Fase III del sistema Transmilenio. La razón era que a la altura de la Avenida Rojas, sobre la calle 26, se rellenaron unos vallados sin el visto bueno de la Secretaría de Ambiente. Sin embargo, la suspensión fue levantada el miércoles pasado y el permiso de relleno fue concedido, lo cual no eximiría de pagar una sanción al culpable de la violación, ya fuera el IDU o Infraestructura Urbana S.A., el contratista encargado de la obra.
“Creo que se ha sobredimensionado el problema. En ningún momento tratamos de suspender las obras definitivamente, tampoco consideramos que rellenar los vallados sea un crimen ambiental, como quisieron sugerir algunos concejales, pues no hay ni peces ni plantas que se afecten. Si hay una sanción, se sabrá en tres meses, cuando las investigaciones culminen, pero en ningún momento dijimos que sancionaríamos al IDU. A veces no hallan cómo darle palo a la administración distrital”, declaró Nieto Escalante, tratando de diezmar una polémica inflada por algunos medios de comunicación.
A propósito, el ingeniero civil del IDU Aldemar Cortés aclara que únicamente serán rellenados los vallados del tramo comprendido entre la carrera 97 y la transversal 76, donde se levantará la Estación Intermedia de Occidente correspondiente a la Fase III de Transmilenio. “Sólo se afectará el 11% del total de los vallados de la calle 26, el resto se conservarán”.
Los vallados de la calle 26 no son naturales, se construyeron en 1960 para acumular las aguas lluvias. En los puntos donde serán rellenados, los ingenieros harán una conexión con sistemas de alcantarillado para evitar posibles inundaciones.