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Los grandes inventos de 2007

Baterías de azúcar, naves espaciales propulsadas por metano y carros solares, son algunas innovaciones de este año.

Redacción Arte y Gente
20 de noviembre de 2007 - 11:01 a. m.

La semana pasada, la revista norteamericana Time Magazine puso a consideración de sus lectores cuáles eran los más importantes inventos aparecidos a lo largo de 2007. Desde teléfonos celulares estéticos y multimediales, como el iPhone, hasta construcciones de agua que se manipula digitalmente, los lectores de la prestigiosa revista votaron por toda suerte de innovaciones desarrolladas por científicos de prestigiosas instituciones como el Massachusetts Institute of Technology (MIT ) y la Nasa, y las principales empresas privadas de tecnología como Sony, Phillips y Samsung.

El indiscutible ganador fue el último juguete de Steve Jobs, el iPhone, de Apple. Los lectores también votaron por gadgets que se articulan más eficentemente a servicios de redes como internet. También sobresalieron desarrollos en robótica, la búsqueda de fuentes energéticas alternativas y una nueva manera de concebir la relación entre el hombre y su vestimenta.

A continuación presentamos algunos de los inventos que en 2007 entusiasmaron a los consumidores de nuevas tecnologías.

La revolución celular

El iPhone fusionó telefonía celular, multimedia y tecnología Wi-Fi, reformulando la idea de un teléfono. Tiene una amplia pantalla digital (touch screen), toma fotos de 2 mega pixeles, reproduce videoclips, y se conecta a internet en el rango de cuaqluier puerto inalámbrico. Ha vendido un millón de unidades en EU y la expectativa en Europa parece la espera de un mesías. En Inglaterra calculan vender más de 200.000 unidades antes de finalizar el año y en Colombia no se aguantaron las ganas, y ya funciona sin la autorización de Apple.

El carro solar

La preocupación por el consumo de combustibles derivados del petróleo ha planteado un nuevo reto a la industria automovilística. El Venturi Eclectic, por su lado, fue diseñado exclusivamente para alimentarse de fuentes energéticas amigables para el medio ambiente. Funciona con una parrilla que se alimenta de energía solar, un propulsor de viento y un dispositivo de energía eléctrica que lo recarga en cuestión de cinco horas. La mezcla de tres alternativas de carga energética le permite al Venturi alternar fuente dependiendo de las condiciones del ambiente.

El robot amigable

Por más que la ciencia ficción haga de los robots criaturas inteligentes que interactúan con los humanos, lo cierto es que aún estas máquinas representan un peligro para quienes trabajan y conviven con ellos. El robot Domo, diseñado por Aaron Edsinger, investigador de MIT, permite precisamente avanzar aún más en lograr que los robots sean sensibles al contacto humano. Domo percibe a la gente que lo rodea, y esto le permite realizar funciones programadas, reduciendo el riesgo de un accidente, tan comunes con los robots en la actualidad.

Cohetes livianos

Muchos de los problemas que han encontrado las misiones espaciales lanzadas por la Nasa y otras agencias de exploración espacial, radica en la imposibilidad de recargar combustible una vez la nave ha salido de la atmósfera. La Nasa trabajó este año en el diseño de un cohete que se alimenta de gas metano, abundante en diversos cuerpos celestes. Con esto las naves podrán partir con menos combustible y realizar viajes de mayor duración, que les dará más alcance ahora que los científicos espaciales andan buscando obsesivamente vida en otros planetas.

Baterías azucaradas

Otro invento para aquellos preocupados por la contaminación producida en la generación de energía. Sony lanzó una biobatería que se alimenta de la energía extraída del azúcar. Su tecnología permite que enzimas que consumen glucosa extraigan electrones de cualquier sustancia que contenga azúcar y con ellas se puede poner en marcha cualquier aparato pequeño o portátil. Una ventana de oportunidad adicional para los interesados en el cultivo de caña de azúcar con fines energéticos, tan en boga en Suramérica.

Pabellón de agua

En el Senseable City Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts, un grupo de científicos está reinventando la manera como el hombre se relaciona con las ciudades. En Expo Zaragoza 2008, los diseñadores de este laboratorio inaugurarán el Pabellón Digital de Agua, una estructura construida con cortinas digitalmente manipulables a lo largo de las cuales circula líquido. En las paredes de este pabellón se podrán observar figuras, avisos y patrones que prometen ser una de las grandes sorpresas de esta feria internacional.

Vestidos sensibles

Como si no fuera suficiente que el atuendo revele el tipo de personalidad de quien los viste, el proyecto de diseño de la empresa Philips desarrolló vestidos que reaccionan a los cambios de ánimo de las personas. Gracias a la utilización de materiales sensibles que se valen de sensores biométricos, los vestidos SKIN cambian de color o se iluminan cada vez que haya una variación en la temperatura corporal. Una forma de entrelazar emociones y moda, y que con seguridad pondrá en problemas a más de uno que quiera disimular un sonrojo.

Pantallas flexibles

Cada vez las personas están más cerca de coger la pantalla plana del televisor de sus casas, hacer un rollo con ella como si fuera de cartulina y transportarla bajo su brazo hasta su lugar de trabajo. LG Phillips LCD presentó este año pantallas flexibles, fabricadas con material orgánico, y que permiten visualizar hasta 16.7 millones de colores. Este avance podría transformar de nuevo la industria de teléfonos celulares, televisores y computadores portátiles y dar paso a una nueva generación de mecanismos de pantallas moldeables.

Un paso más

El diseño de prótesis ha sido un campo de paciente desarrollo, que a diario busca lograr que el ser humano pueda reemplazar una parte de su cuerpo y, simplemente, sentir como si nunca la hubiera perdido. Este año las prótesis de pie y tobillo se acercaron a esta aspiración, con el diseño del PowerFoot One, por iWalk, una prótesis que simula el funcionamiento de esta articulación, reproduciendo el movimiento del tobillo a través de mecanismos alimentados por baterías. El Power Foot One cuenta además con microsensores que le permiten a la prótesis identificar desniveles en el terreno, caídas y pérdidas de equilibrio.

Por Redacción Arte y Gente

 

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