El famoso medicamento, que comenzó como alternativa para afecciones cardiacas, cumple una década, no precisamente para prevenir que se pare el corazón.
La decisión del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de incluir el viagra en la canasta familiar da una clara muestra de la importancia que tomaron los medicamentos para la disfunción eréctil en la vida cotidiana de los colombianos.
Las cifras hablan por sí solas e indican que en 2007 este sector obtuvo ventas en Colombia por 37 mil 933 millones de pesos, distribuidas en cerca de 40 productos que se comercializan en el país. El origen de todos es el viagra, una pastilla azul que oficialmente surgió el 27 de marzo de 1998, cuando el laboratorio Pfizer lo registró ante la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés).
El buen comportamiento del sector radica en el amplio mercado que tiene, pues estudios demuestran que un poco más de la mitad de los hombres colombianos mayores de 40 años ha sufrido disfunción eréctil. "El último estudio Densa indica que un 53,4% de los hombres del país, entre los 40 y los 75 años, ha padecido la disfunción eréctil, bien sea leve, moderada o severa", explicó el ex presidente de la Sociedad Colombiana de Urología, Pablo Gómez Cusnir.
Luz al final del túnel
Una década atrás, quienes padecían de disfunción eréctil no tenían más alternativas que acudir a los remedios tradicionales, que iban desde el ginseng, una planta de origen asiático, hasta los testículos de toro usados en la Grecia antigua, pasando por diversos frutos del mar. Estos pacientes vieron la luz cuando Pfizer desarrolló el viagra (sildenafil o citrato de sildenafil), un producto que se empezó a investigar con el fin de tratar la angina de pecho.
Cuando surgió, el viagra fue prescrito 10 mil veces al día sólo en Estados Unidos, ya que era la única medicina conocida para tratar la disfunción eréctil. En su momento se consideró que esta pastilla provocó la segunda revolución sexual, teniendo en cuenta que la primera fue por causa de la píldora anticonceptiva.
En una década de comercialización, la compañía Pfizer ha obtenido ventas superiores a los 15 mil millones de dólares una cifra significativa si se tiene en cuenta, por ejemplo, que todas las exportaciones de Colombia en 2007 ascendieron a los 29 mil 991 millones de dólares.
Con el paso de los años, otros laboratorios del mundo desarrollaron el mismo compuesto o crearon nuevos medicamentos para curar el mismo mal. Las nuevas medicinas fueron el cialis (tadalafil), del laboratorio estadounidense Eli Lilly, y el levitra (vardenafil), del alemán Bayer. Ambos salieron a la venta en el segundo semestre de 2003.
Según datos para Colombia de la firma auditora IMS Health, el mercado en este segmento ha tenido un crecimiento del 110% entre 2001 y 2006, en términos de pesos. En el informe también se señala que hasta 2005, las ventas de sildenafil habían caído un 42% desde su aparición, las de vardenafil habían crecido el 350% y las de taladafil también habían crecido un 265%. "Los genéricos, que juntos tienen la mayor participación, crecieron de manera variada por marcas, entre 20% y 430%", indica IMS Health.
En el país, el mercado hoy lo domina la marca eroxim (sildenafil), con una participación del 19,8%, seguida de cialis (17,15%), viagra (14,8%) y levitra (8,1%); el resto de las ventas hacen parte de los productos genéricos. "En el caso del levitra, éste se lanzó en Colombia en septiembre de 2003 y el año pasado tuvimos ventas del producto por 3.115 millones de pesos", aseguró Carlos Manuel González, gerente de la Unidad de Negocios Primary Care de Bayer Schering Pharma.
Compradores de todas las edades
Aunque el viagra se empezó a comercializar con el fin de mejorar la vida de los hombres adultos mayores, hoy por hoy sus compradores son personas de todas las edades. "Los que más compran la pastillita son muchachos jóvenes. A diario se venden tres o cuatro cajitas por lo menos y la mayoría se las llevan muchachos que no pasan de los 23 años", explicó Amparo Ávila, administradora de una droguería en el sector de Chapinero en Bogotá.
Más al sur de la ciudad, la cantidad de ventas diarias se repite, pero los compradores cambian. "Todos los días se venden entre dos y cuatro cajitas, pero los fines de semana se llega hasta cinco. Acá compran principalmente señores, que muchas veces se cuidan de pedirla cuando hay mucha gente. El producto que más se vende es el sildenafil, a 3.500 pesos la cajita", apuntó Gloria Bohórquez, empleada de una droguería de Soacha.
Este testimonio coincide con los estudios que señalan que, dependiendo de las zonas del país que se estudien, se dan ciertas características de los compradores. En el caso de Bogotá se nota una marcada compra a domicilio (por teléfono) y en las droguerías de barrio prefieren ir a preguntar cuando ven la farmacia sin gente. Entre tanto, en la Costa Caribe, el consumidor es menos tímido a la hora de adquirir el medicamento.
El informe de IMS Health indica que en 2001 se vendieron 2,24 millones de dosis y que en 2006 se compraron en el país 9,48 millones de tabletas, lo que implica un crecimiento superior al 320%. Cifras que tuvo en cuenta el DANE para que a partir de 2009 estos medicamentos hagan parte de la canasta familiar, al lado de otros productos que, como los teléfonos celulares, hace 10 años nadie pensaba que se iban a convertir en parte de la cotidianidad de los colombianos.