Después de someterse, en 1995, a la Ley 50 y salir nuevamente a flote, Carlos Enrique Cavelier Lozano, actual presidente de la firma, ha decidido avanzar en un proceso de consolidación más allá de la Sabana de Bogotá –su territorio natural– para establecer operaciones propias en otros departamentos: Valle del Cauca, Antioquia y Santander, y, eventualmente, la Costa Atlántica. Pero, sin duda, su mayor logro reciente ha sido el establecimiento de una alianza industrial con el gigante Danone, que comenzará a rendir frutos en el próximo futuro. Según los analistas, los yogures Danone Alquería se perfilan para apropiarse del 30 por ciento del mercado en la categoría.
Como descendiente directo de la familia fundadora, Cavelier ha tenido que sobrellevar la responsabilidad empresarial de enderezar el rumbo de Alquería y mantener el liderazgo nacional en renglones como la leche de larga vida.
Recientemente, cruzó la ciudad desde la planta en Cajicá, al norte de Bogotá, para reunirnos en el restaurante Criterion, de la Zona G. Venía con apetito, pero, como todo buen argumentador, prefirió conversar, dejando su plato un poco a la deriva.
Como las grandes realizaciones no ocurren por azar, el acercamiento entre Alquería y Danone se inició en 1975, es decir, hace 33 años. Los primeros contactos estuvieron a cargo de Enrique Cavelier Gaviria, su padre. Diecinueve años después, el secretario general de Danone, Philippe-Loïc Jacob, visitó Colombia para firmar un acuerdo con Noel y de nuevo, entraron en contacto. Diez años después, en 2004, se dio el primer paso en firme cuando Danone decidió buscar un socio para sus productos lácteos de última generación. “Era claro que la alianza favorecía a las dos partes”, dice Cavelier. “Como no competíamos en producto, no hubo lugar a discusiones sobre venta o adquisición. Pactamos una clásica alianza, en la que cada cual pone su conocimiento y su capacidad productiva. En particular, en Alquería la filosofía de Danone coincide con la nuestra, en el sentido de que los lácteos son salud.
La alianza Danone Alquería representa, para cada empresa, una moñona comercial y empresarial. Los yogures de Danone se elaborarán con leche de Alquería, cuyo suministro está asegurado tras tejer una red fiable de proveedores, tanto en la campiña sabanera como en otras regiones. Adicionalmente, proporcionará a la nueva planta, ubicada en Cajicá, los servicios de energía, vapor, agua y manejo de materias residuales. “Pero lo más crítico de la alianza, desde nuestro punto de vista, es la malla de distribución nacional. Esto es algo que no puede organizarse de la noche a la mañana”.
Por su parte, Alquería ganará valioso conocimiento del segmento mundial de lácteos, pues, solamente en estrategias de mercadeo, tendrá acceso a los 80 equipos especializados de Danone en todo el mundo.
El impacto en el sector lácteo colombiano será profundo. Cavelier tiene claro que la marca Danone Alquería ocupará un puesto de liderazgo nacional en tres años, y uno regional en el Área Andina, cinco años después.
Esto le permitirá a la firma colombiana potenciar su posición de liderazgo en algunos segmentos, como la leche de larga vida. Alquería, sin embargo, quiere más. “Apuntamos a beneficiarnos de esta alianza para convertirnos en jugadores importantes en la producción de leche en polvo, animados por las compras masivas de Danone, que son las segundas más cuantiosas en el mundo, después de Nestlé”. Igualmente, Cavelier habla de animar al Gobierno colombiano para que busque reducir los aranceles cobrados por México a las importaciones de leche en polvo, porque, “si logramos ese objetivo, no sólo Alquería sino el resto de productores nacionales entrarán a participar en un negocio anual de 700 millones de dólares. Esto sería bueno para todos”.
Con los nubarrones de la Ley 550 como parte del pasado, Alquería anticipa un atractivo horizonte de crecimiento, apalancándose en su alianza con Danone y en sus operaciones propias en cuatro regiones colombianas. Con nuevo organigrama a bordo, Cavelier, por ejemplo, dirigirá su atención en los lineamientos estratégicos futuros, combinando esa tarea con sus inclinaciones de administrador público. Es uno de los consultores que asesora a Andrés González, el nuevo gobernador de Cundinamarca.
Quién es
Estudió sociología y antropología en la Universidad de Vermont. Cursó su maestría en Administración Pública en la Facultad de Gobierno JF Kennedy, de la Universidad de Harvard. En este mismo centro realizó una especialización para presidentes de empresas. Se ha desempeñado como secretario general del Ministerio de Justicia y asesor de la Cartera de Agricultura.
Muy personal
Su debilidad es leer, estudiar y pensar en silencio. Pero sacrifica esta pasión para pasar tiempo con sus hijos. Su vida al aire libre la reparte en una cancha de tenis, encima de una bicicleta o a bordo de un velero.
El menú
Mero y langostinos con vinagreta de almendras y confit de limón y timbal de trufa. Vino blanco Torrontés.