Vacaciones rosa

Un grupo de agencias de viajes colombianas trabaja por convertir el país en un destino para gays y lesbianas. El objetivo: 45 millones de viajeros pertenecientes a esta comunidad.

Edwin Bohórquez Aya
15 de enero de 2008 - 05:26 a. m.

El plan: Bogotá Open Mind. El valor: Desde US $800. Días aproximados: cuatro. Dirigido a: Parejas gay y lésbicas. Incluye: Estadía en hoteles cinco estrellas, desayunos, almuerzos, traslados, tour cultural por toda la ciudad, salida de compras por los principales centros comerciales, sesión de relajación en un centro de estética-spa y entradas a discotecas gays como Cavu, Lottus o Theatron.


Como este, un nutrido y colorido abanico de más de 10 planes turísticos se comercializan por la página web de Duo-Travel, una agencia de viajes colombiana que busca poner formalmente a Colombia en el mapa turístico internacional de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales). Esto gracias a su asocio con el grupo International Gay and Lesbian Travel Association (ILGBT), la organización con sede en la Florida (EE.UU.) que promueve en más de 250 países el turismo gay y lésbico por medio de sus más de 1.300 asociados desde hace 25 años.

Una movida con la que Bogotá se pone a la altura de la tradicional Calle de Castro en San Francisco, The West Village en Nueva York, el Marais de París, Soho de Londres, Gayxample en Barcelona, Callao y San Telmo en Buenos Aires o el barrio Chueca, en Madrid, los nuevos íconos del turismo y la diversión mundial LGBT en el mundo. Una estrategia que permite a estos escenarios de diversidad cultural recibir anualmente cerca de 45 millones de viajeros occidentales de esta comunidad que son potenciales y constantes consumidores de turismo internacional.

Según estadísticas de ILGBT y de centros de estudios europeos dedicados a este creciente nicho de mercado, como el Business Axel Consulting, en España, las ganancias de los negocios enfocados a la comunidad gay superan los US$ 70.000 millones por año. Sólo México mueve más de US$ 4.500 millones anuales y en países como Gran Bretaña la cifra salta hasta los US$ 5.900 millones.

En Colombia, el segmento del turismo ya está dando sus primeros pasos. Luisa Mahecha, gerente comercial de Duo-Travel, aspira a mover dentro de los próximos seis meses más de 300 pasajeros por mes y lograr beneficios por el orden de los $1.000 millones a finales de este año. “Aunque el negocio apenas comienza, los movimientos registrados en diciembre, que llegaron a los $ 100 millones, nos muestran una buena perspectiva”, dice Mahecha.

La industria turística nacional también tiene dentro sus objetivos un nicho comercial bastante alto, el de la llegada de cruceros, un segmento que otros países ya han identificado como rentable. Uno de los ejemplos a seguir es el “Crucero gay”, que en febrero de 2006 llevó al puerto de Buenos Aires a 684 pasajeros, quienes por día gastaron, en promedio, US$ 220 por persona durante la semana que estuvo allí la embarcación.

Algo para lo que parece que ya Bogotá está preparada, pues “hemos desarrollado un modelo de gestión que es realmente pionero en toda América Latina”, comenta Elizabeth Castillo, directora del centro comunitario LGBT de Bogotá. “Estamos preparados para recibir turistas del mismo sexo sin ninguna dificultad y sin ningún tipo de discriminación. Para eso están los más de 200 establecimientos, entre discotecas, cafés, bares, saunas y boutiques especiales para gays que tiene la capital”.

Viajes para dos


El segundo plan apetecido por la comunidad LGBT en Colombia es el crucero por el Amazonas. Sus tarifas van desde los US$ 750 por persona y es más conocido como el “Crucero 100% gay”. El plan incluye los traslados desde el aeropuerto hasta el buque, situado en Iquitos; cuatro días y tres noches, todas las comidas tipo buffet, cabinas con aire acondicionado, baño privado, fiestas homosexuales todas las noches con strippers, bar abierto las 24 horas con las mejores marcas de licor, espectáculo de Drag queens y búsqueda de delfines rosados en la noche.

Aunque ya son varias las agencias de turismo que ofrecen este tipo de servicios para la comunidad gay en el país hacia ciudades como Cali y Cartagena, solamente tres fueron las aceptadas por ILGBT, “pues deben ser compañías serias y que demuestren una gran trayectoria en el negocio del turismo, contar con algún tipo de experiencia en el segmento gay y estar en un país que acepte a la comunidad sin discriminación alguna”, comenta Ylan Chrem, representante para Latinoamérica de la asociación. “Las elegidas fueron Viajes Chapinero (propietaria de Duo-Travel), Quimbaya Tours y Over Balboa Viajes”.

El costo para ser parte de la organización es de US$ 250 a US$ 550 anuales, de acuerdo con la cantidad de empleados que tenga la empresa, pues cada uno de ellos puede ser usuario de los beneficios que trae hacer parte de esta organización. Sin embargo, para Latinoamérica “hemos rebajado el precio a US$ 175 anuales, sin importar el tamaño de la misma”, asegura Chrem. El objetivo es que las distintas capitales de América Latina estén a la altura de Río de Janeiro y Buenos Aires, que ya se han convertido en íconos para el mundo gay.

Prueba de ello es el Axel Hotel de Buenos Aires, un sitio de cinco estrellas para la comunidad gay abierto en octubre del año pasado, en el que se invirtieron 5 millones de euros y que se ha convertido en el emblema comercial gay de todo el Cono Sur. Allí fueron hospedados los participantes del Mundial Gay que se jugó en la capital del país austral y en noviembre tuvo una ocupación del 100% cuando se llevó a cabo el Festival Internacional de Tango Gay.

Chrem apunta: “El pasajero gay tiene dinero, tiene un gusto sofisticado, van donde se sientan cómodos y donde encuentren atractivos culturales, históricos, arqueológicos o de gastronomía y del buen vivir. Además, les encanta ir de compras cuando están fuera de su casa. Por eso, en los últimos años Latinoamérica, comenzando por Brasil y Argentina, ha posicionado destinos muy interesantes, como Machu Picchu, en Perú, y Galápagos, en Ecuador, además de lo que ofrece Colombia. Los destinos que cumplen con ese perfil turístico son los que estamos buscando, convirtiéndolos en sitios donde la comunidad quiere estar”.

Entre tanto, Duo-Travel también ofrece planes internacionales para las parejas colombianas y entre los que más se han pedido aparecen Río de Janeiro, Montevideo, Punta del Este, Buenos Aires, Aruba, Lima y Machu Picchu. Planes a los que han llegado interesados mayoritariamente hombres entre los 30 y 50 años y que también han preguntado reiteradamente por destinos en la India y China, sitios en los que la ILGBT también tiene asociados.

Un negocio que está subiendo como la espuma y que cuenta con el respaldo de cadenas internacionales de hoteles como la Marriott, aerolíneas como American Airlines y Delta, rentadoras de autos como National y cadenas de almacenes como Macy’s.

Es un mercado con un potencial tan grande que, al parecer le permitirá a Colombia no sólo estar ante los ojos del exclusivo mundo de turistas gays, sino que le permitirá recibir los dividendos de una comunidad que año tras año gasta proporcionalmente más que el mismo público heterosexual turista de todo el mundo.

Por Edwin Bohórquez Aya

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