El Magazín Cultural
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‘Esto es un revólver’

Este martes se proyectan en In Vitro los cortos cinematográficos de Pablo González que se adentran en el cine negro.

Liliana López Sorzano
07 de junio de 2010 - 08:59 p. m.

En la sección de Bogotá de este diario, el jueves pasado, la nota “Asesinos por herencia” comenzaba así: “Le decían El Abuelo, por el abundante mechón de cabello blanco que se destacaba en su cabeza. Murió a balazos en casa de su madre, a las 5:10 de la mañana”. Esta imagen podría encajar perfectamente en alguno de los cortos que componen la trilogía escrita y dirigida por Pablo González, quien se mueve en el cotidiano entre el lenguaje del cine y el de los comerciales.

Desde la universidad sintió una fascinación por el cine negro clásico de los años 40 y 50. El Cartero llama dos veces, de Tay Garnett; Sed de mal (Touch of Evil), de Orson Welles y La fuerza del mal (Force of Evil ), de Abraham Polonsky, se fueron metiendo en su imaginario. “Las condiciones que hicieron nacer el cine negro en esa época en Estados Unidos son similares a las que tenemos en Colombia: un país con una corrupción muy presente, desconfianza en las instituciones del Estado, el crimen como una forma de vida, entre otras”, sostiene González.

Fueron estas imágenes y estas temáticas, que permearon su tesis de grado, dirigida por Luis Ospina, las que resultaron en el corto Juntos no es suficiente, donde actuaron Patricia Castañeda, quien encarna a la mujer fatal, y el desaparecido Blas Jaramillo.

Mientras realizaba este trabajo, se dio cuenta de que la búsqueda no había terminado y que necesitaría más exploración traducida en imágenes y en narrativa. Sus pesquisas continuaron en París, donde estudió Teoría cinematográfica. A pesar de que tenía una ligera aversión hacia ese tipo de academia, resultó ser el mejor error cometido, porque le permitió verbalizar y concretar sus ideas y expectativas sobre el cine. En ese proceso se interesó mucho en la violencia. Como era un máster teórico, tenía que hacer una investigación, la cual basó en la violencia en el cine latinoamericano. Fue ahí donde se le reveló el curso de sus próximos dos cortos. “En juntos no es suficiente me di cuenta de que había tratado la violencia de una manera light, no le hacía justicia a la violencia real. Entonces me propuse hacer una violencia más grave, donde las consecuencias son más tangibles”. Así se concibieron Hoy es un día distinto y Esto es un revólver, que cierran esta trilogía y su ciclo con el género del cine negro.

Estos cortos funcionan como un portafolio, como ventanas que dejan ver un talento al que seguramente muchos querrán apostarle, para que se despliegue en un largometraje.

Este martes, en In Vitro, 8:30 p.m. Cl. 59 N° 6-38  Bogotá.Para saber más sobre el director ingreses a: www.pablo-g.com.

Por Liliana López Sorzano

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