El Magazín Cultural
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Droga y poesía en tablas

‘Pharmakon’ es una herencia de Carlos Mayolo que Sandro Romero Rey adaptó y Alejandra Borrero interpreta para mostrar un universo lleno de matices y sensaciones.

Juan Carlos Piedrahíta B.
02 de octubre de 2008 - 08:07 p. m.

Cientos de premios y trofeos engalanan la trayectoria artística de Alejandra Borrero. Todos ellos, sin duda, merecidos porque confirman el profesionalismo de una mujer caleña que, en estos tiempos de estrellas esbeltas y fugaces, siempre quiso ser actriz y se empecinó en lograrlo. En cine, televisión y teatro se ha ganado a pulso los aplausos. No le han regalado nada, aunque a decir verdad sí se ha robado uno que otro corazón colmado de respeto, admiración y cariño.

Ella, equipada con sus bondades histriónicas y con la credibilidad, que al fin y al cabo es lo único que tiene un artista para enfrentarse al público, asumió la tarea de hablar de un amigo, de un director, de un maestro: Carlos Mayolo. Y lo hizo a partir de cuatro versiones de una de las últimas piezas concebidas por el realizador vallecaucano y que comprende un diálogo, autobiográfico, entre un paciente y un médico. Se trata de una especie de confesión en la que el “enfermo” relata sus adicciones, sus delirios, pero sobre todo establece la relación directa entre las drogas y la poesía.

Alejandra Borrero hace alarde de sus dotes artísticas, pero también confirma el conocimiento extremo de la cotidianidad de Mayolo y, de la mano del director Sandro Romero Rey, exhibe con su gestualidad, su expresión corporal y su convencimiento todas las facetas por las que atraviesa un narcodependiente. La actriz camina y habla de diversas maneras a lo largo de la puesta en escena. Su interacción con el público es clave y las dimensiones del auditorio de Casa Ensamble permiten esa comunicación directa y fraternal.

Los recursos de la multimedia no son ajenos a esta propuesta y, gracias a una pantalla de grandes dimensiones, amigos de Mayolo y figuras de las artes escénicas en Colombia, como Santiago García, Adriana Herrán, Vicky Hernández, Luis Ospina y Carmenza Gómez, hacen su aparición en estos 50 minutos de una muestra delirante, inteligente, creativa y bien actuada llamada Pharmakon.

“Mayolo fue un niño, un genio, un borracho, un megalómano, un creador, un drogadicto, un terco, un triunfador, un poeta, un hombre iracundo y feliz”, comenta Sandro Romero y, de esa misma manera, lo plasmó sobre las tablas. Fue un ser humano rico en matices, todo un personaje al que le saca provecho Alejandra Borrero con el único recurso que tienen los grandes actores: la credibilidad.

‘Pharmakon’ en Casa Ensamble hasta el 25 de octubre. Av. Carrera 24 N° 41-69. Miércoles a viernes. 8:00 p.m. Sábados 6:00 p.m. y 8:00 p.m.

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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