El Magazín Cultural
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Una casa para los Gaiteros

Tras el Grammy Latino recibido hace más de un año, al conjunto de San Jacinto le ofrecieron vivienda propia.

Jorge Márquez Barbosa
12 de enero de 2009 - 10:00 p. m.

Hace año y dos meses los colombianos, y particularmente los habitantes del municipio de San Jacinto, Bolívar, ubicado a unos 90 kilómetros al sur de Cartagena, celebraron la llegada de un nuevo Grammy Latino, obtenido por parte de los Gaiteros de San Jacinto, como Mejor Álbum Folclórico Musical.

Esa gran alegría para los sanjacinteros, y en especial para los tres integrantes del grupo, se ha ido desvaneciendo con el pasar de los días y los meses, a la espera de que el Gobierno nacional les cumpla su promesa de regalarles casas como reconocimiento a su labor cultural.

Así lo expresa Manuel García, uno de los Gaiteros: “hace unos días nosotros estábamos comentando eso, que al llegar el premio las cosas iban a cambiar pero han pasado los días, y nada”.

En varias ocasiones, los tres músicos se han desplazado hasta la capital de la República buscando entrevistarse con el ministro  de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Juan Lozano. Esto no ha sido posible.

“Yo fui con la doctora Carolina Hoyos, de la Biblioteca Luis Ángel Arango, y nos quedamos un día esperando que llegara ese doctor y no llegó. Después fui con Juan Pablo Baquero y tampoco, yo sigo esperando”, puntualiza Nicolás Jiménez, otro integrante.

Los Gaiteros de San Jacinto son reconocidos en el país, principalmente en la Costa norte colombiana, donde frecuentemente realizan presentaciones musicales en diferentes eventos para resaltar la cultura autóctona del caribe y específicamente la gaita.

“Nosotros hemos venido hasta San Jacinto porque hemos escuchado varias veces en América la música y el nombre de los Gaiteros de San Jacinto. Estamos aquí para conocer detalles de sus instrumentos, cómo los interpretan y su historia”, agrega Nicolás Andrade, turista argentino.


“Nos han contado que habían otros señores mayores que ellos que ya no existen, quienes les enseñaron a tocar gaita. Esto es muy bonito y creo que el Gobierno de Colombia los debe apoyar y cumplir su promesa de darles sus casas”, insiste el visitante extranjero.

Sobre el día de la entrega del Grammy dice Manuel García que fue una noche inolvidable, que viajó a los Estados Unidos y soportó el temor y los nervios para recibir el galardón: “al recibir el premio aumentó la esperanza de poder tener casas directas, sin promesas. Hasta ahora no hay ninguna clase de seguridad”.

“Hace poco tiempo a un joven deportista de acá le dieron casa. Yo digo, ¿y por qué a nosotros no?”, insiste Nicolás Jiménez.

Tanto Nicolás como Manuel viven con sus familias en dos viviendas cerca de la carretera principal de ingreso a San Jacinto, en calles pedregosas y polvorientas. Sin pisos de baldosín y con paredes de barro. Sus parientes viven de las artesanías típicas, como la elaboración de hamacas, mochilas, tapetes y alpargatas, muy reconocidas en la región y parte del país.

“Si me toca, me toca. A mí o a Juancho o Toño, somos conformes. Yo creo que sí nos van a dar la casita; lo que pasa es que, creo, deben estar buscando la madera”, dice Jiménez en tono jocoso.

Lo que sí tienen claro los integrantes de los Gaiteros de San Jacinto, es que la flauta de millo y la tambora deben seguir sonando, pues los requerimientos musicales van en aumento mientras los sueños de tener casa propia siguen intactos a la espera de una respuesta positiva del Gobierno nacional.

Por Jorge Márquez Barbosa

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