A pesar de que lleva varios años por fuera, su acento colombiano se mantiene intacto. Su belleza le ha abierto puertas, pero el mundo de la televisión y el cine se ha doblegado en realidad ante su inteligencia que la hizo una de las alumnas estrellas del Lee Strasberg Theatre Institute de Nueva York.
Por un contrato de exclusividad firmado primero con el canal Telemundo y luego con la ABC, la actriz Danna García ha estado ausente de las producciones colombianas; sin embargo, la semana pasada sorprendió a la teleaudiencia nacional cuando apareció en el canal Fox en un episodio de Tiempo final, la primera serie de ficción producida en América Latina con calidad Premium para cable básico.
“Es la primera vez que tengo experiencia con este tipo de producciones que están entre la televisión y el cine. Todo es muy rápido, no te da mucho tiempo de crear un personaje ni de hacer el trabajo de mesa tradicional con el resto de actores”, comenta la actriz, quien conoció a su compañero de set, David Carrandine, la legendaria estrella de la serie Kung Fu y la película Kill Bill, unos minutos antes de grabar.
Este tipo de retos no le cuesta mucho trabajo a una actriz que desde los cuatro años está desentrañando los misterios de la actuación y que ha protagonizado novelas como Amores perros, el fenómeno mundial Pasión de gavilanes y numerosas producciones extranjeras como Te voy a enseñar a querer y Corazón partido.
Esta aparición intempestiva en el canal Fox la hizo después de conseguir interrumpir por unos días sus intensos períodos de grabación en la nueva novela que protagonizará: Sos mi vida. “Es una novela argentina que se adaptó a la idiosincrasia mexicana y se le añadió un toque humorístico”, explica Danna, quien asegura que el mundo asiste a una fascinación por las producciones que tienen como origen Colombia.
“Fueron las producciones colombianas las que introdujeron el elemento humorístico, la gracia y la parodia en las series y novelas de televisión siempre tan casadas con el drama”, asegura. “Hay mucho talento, naturalidad y frescura que les evita caer en los clichés”, añade Danna, quien desde las entrañas de las grandes productoras que conquistan Latinoamérica recibe siempre elogios por su procedencia.
Con planes para trabajar en cine el próximo año en México, Danna echa mucho de menos no haber hecho nada para la pantalla gigante nacional: “Estoy en busca de un proyecto que me conmueva”, confiesa la actriz que espera terminar con los largos años de ausencia de su tierra. Mientras tanto espera seguir participando en este nuevo tipo de formatos que con la calidad del cine “les enseña a los actores a ser más versátiles”.