Cayetano, un joven cubano que vive en Valparaíso (Chile) conoce en una reunión al poeta Neruda, ya achacado por los años y disminuido por el cáncer. No han intercambiado más de dos palabras y el poeta está convencido de que ha encontrado al hombre que necesita. El único que podrá resolver el último misterio antes de morirse. Así empieza la sexta novela de Roberto Ampuero, El caso Neruda, un relato cautivador que se teje entre la realidad y la ficción y que se adentra en los amoríos del poeta y en una de sus más guardadas frustraciones.
¿Por qué eligió a Neruda como el personaje de esta novela?
Había una cosa que me rondaba la cabeza y es que en América Latina hemos tenido una visión muy triunfalista de Neruda, como el gran poeta que lo tuvo todo, amigos, amores, dinero, fama y hasta el Nobel, sin embargo, releyendo sus poemas encuentro que hay gritos al mundo, una obsesión que aparece en versos muy aislados de Neruda por tener hijos, por dejar a alguien que lo trascendiera. Cuando él lanza en sus poemas la pregunta: ¿dónde está mi hijo?, me di cuenta de que había un trabajo para mi detective Cayetano.
¿Pero se sabe que no dejó hijos...?
En realidad sí, en los años 30 tuvo una hijita que nació de una mujer holandesa, que vivía en Java y que se llamaba María Antonieta Hagenaar Vogelzang, pero la bebé nació con hidrocefalia y Neruda no pudo soportarlo y las abandonó. Eso está comprobado y lo cuento en la novela. En realidad, todas las mujeres que aparecen en esta novela son reales y los delirios femeninos por el poeta son verídicos.
Justamente, ¿por qué decidió que cada capítulo del libro se llamara Josie, Antonieta, Delia, Matilde y Trinidad, los nombres de las amantes de Neruda?
Sencillo, porque nosotros solemos dividir nuestra vida según los estudios realizados, los libros leídos o los países visitados, sin embargo, estoy convencido de que lo que verdaderamente serviría para hacer una cronología de nuestra vida, y sobre todo la del poeta, eran sus amores y desengaños.
Y cuando se adentra en la vida de Neruda, ¿qué descubre?
Que era un tipo de grandes contradicciones, él, por ejemplo, se enamoraba apasionadamente y de pronto aparecía el cálculo y se preguntaba: me conviene no me conviene, y así se iba fríamente. Él solía decir “solamente si estoy tremendamente apasionado podré escribir grandes poemas”, entonces era un adicto al amor y cuando llevaba mucho tiempo con una pareja y entraba a lo plano y rutinario, las abandonaba.
Pero... en términos políticos, ¿también se contradecía?
Él fue comunista durante toda su vida, escribió poemas al partido comunista y a los países socialistas, pero al mismo tiempo vivía como un gran burgués y disfrutaba de la vida. Apoyaba la Unión Soviética y a todos los países de Europa del este, pero sabía que se vivía mejor en París. Pero estas contradicciones me parecen importantes, porque creo que en América Latina solemos tener muchas dificultades para ubicar nuestros grandes hombres, pedimos que sean ángeles listos para ser instalados en un pedestal, si lo fantástico de ellos es que son capaces de grandes sacrificios y a la vez de grandes mezquindades.
¿Qué tiene Cayetano, el detective de la historia, que le ha permitido trascender la primera novela en la que aparece y convertirse en un hilo conductor de más de cinco libros suyos?
Cuando escribí la primera novela, Quién mato a Cristian Kustermann, nunca pensé que iba a escribir una segunda, pero de pronto el personaje empezó a tener una recordación entre el público, que le dio un lugar insospechado en sus afectos, y sentí que Cayetano tenía muchas más historias que contar.
Él ha tenido tanto éxito porque no es un tipo especialmente astuto, es como cualquier persona, y actuaría como la mayoría de lectores lo harían, es un personaje compasivo, con humor, que aprende sobre todo de escuchar a las mujeres, pero creo que su éxito es que es un detective local. Muchas veces las novelas policiales intentan imitar a los modelos del norte, modelos que no sirven ni se aplican para América Latina, en donde todo es un poco más caótico, en donde nada está ejecutado, en cambio Cayetano investiga adentrándose en esta inmensa amazona.