Para Jessye Norman la música no es el lenguaje universal. Es la forma en la que se expresa el entorno. La naturaleza tiene su propia melodía y lo que hacen los artistas es acompañarla para que la vida sea mejor.
La cantante norteamericana está tan comprometida con esa causa que llegó a Colombia para ser cómplice de la naturaleza, recordar las piezas clásicas y revitalizar el jazz.
Usted se aproxima al registro de una mezzosoprano… ¿cómo aprovecha su voz?
El tema de la categoría vocal no es importante mientras uno cante el repertorio que le hable a su propia vida. Recuerdo algo que pensaba responder cuando de muy joven se me preguntaba mi categoría vocal. Yo respondía que soy una mujer cantante… y cualquier otra forma de encasillamiento funcionaba bien en los casilleros.
Usted ha estado bajo la batuta de los directores más destacados de la escena clásica, ¿con cuál se ha sentido más cómoda?
Ha sido increíble haber podido trabajar con los más grandes músicos. No podría escoger entre uno y otro porque cada colaboración es única en cada manera de hacer música. Es una dicha.
Su repertorio va de los clásicos como Bernstein hasta jazzistas como Ellington… ¿es parecido cantar lírica y cantar jazz?
Estoy de acuerdo con algo que dijo Duke Ellington. La música se clasifica en buena y mala. No hay distinción entre los estilos. La amo toda y me siento muy afortunada de cantar la música de Wagner o de Cole Porter con la misma dicha.
Se dice que la ópera está dirigida a un público exclusivo, ¿usted qué piensa de eso?
En sus primeros tiempos, la ópera era música popular de la época, estaba diseñada para que todos la disfrutaran. A los compositores se les daba apoyo económico por parte de ricos, pero la música era para todo el que quisiera atestiguarla.
¿Es lo mismo cantar en un teatro diseñado para eso o cantar al aire libre?
Yo disfruto cantando en espacios abiertos, porque hay una audiencia más variada. Todos somos menos formales en estas ocasiones y siento que a veces la música nos nutre de forma distinta.
‘Roots, my life, my song’ es su más reciente disco, ¿cómo surgió este álbum?
Siento que es mi responsabilidad alcanzar la mayor cantidad de personas para que oigan la música de grandes compositores. Ya sea Schoenberg o Duke Ellington. Mi disco es un homenaje a los más grandes, un recordatorio de mi propia herencia y algunas piezas que han acompañado mi recorrido.
¿Cuáles son sus proyectos?
La Escuela de Artes Jessye Norman en mi ciudad natal, Augusta, es uno de los mejores reconocimientos de mi vida profesional y tengo muchas ganas de lograr la expansión de este maravilloso proyecto.
Domingo 10 de octubre 5 p.m. Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, calle 170 N° 67-51. Boletería 593 6300 y www.tuboleta.com.