Su vida fue corta, apenas 42 años, pero su obra sigue vigente más de un siglo después. No sólo creó en 1881 el Papel Periódico Ilustrado, que cambió la concepción del arte gráfico y del periodismo cultural en Colombia, sino que fundó en 1886 la Escuela de Bellas Artes que aportó innovadoras técnicas para la enseñanza de la pintura y la escultura. A Alberto Urdaneta le alcanzó el tiempo para ser agricultor, periodista o general de la República y, ante todo, consagrado dibujante.
Opción artística que asumió desde los 20 años en París (Francia), cuando el fervoroso dibujante Dominique Ingres legaba los últimos trazos de su obra y se abría paso el tiempo de los impresionistas. Tres años de formación en Europa, entre 1865 y 1868, le permitieron a Urdaneta comprender en detalle las proyecciones del dibujo y aprender de paso los secretos de la bonanza en el usufructo de la tierra, para corresponder a la tradición de sus padres, prósperos hacendados de la sabana de Bogotá.
Cuando regresó a Colombia, empezó a proyectar su saber en un escenario propicio: el periodismo. En 1869, en un ambiente saturado de guerras civiles, creó el periódico El Agricultor, efímera combinación de poesía, arte gráfico y pedagogía para los campesinos. En 1877, tras la repentina muerte de su esposa Sofía Arboleda, calificada por Rafael Pombo como “relámpago de belleza”, sin renunciar a su estilo, Urdaneta se dejó tentar por la política.
En septiembre de ese año circuló su segundo periódico: El Mochuelo, con el que ofició de crítico mordaz del gobierno de Aquileo Parra, haciendo uso de su ingenioso trazo a través de la caricatura. Una expresión del dibujo que, citado por Urdaneta, así calificó Manuel Uribe Ángel: “La caricatura es la poesía del lápiz, sarcástica a veces, sentimental en ocasiones, calumniosa de cuando en cuando y profundamente filosófica”. Cuando preparaba el tercer número fue llevado a la cárcel.
Sus dibujos resultaban peligrosos y el gobierno acordó su libertad a cambio del exilio. De nuevo en Europa, Urdaneta le dio luz a su tercera creación: Los Andes, semanario ilustrado que editó en París y que extendió hasta España, incluyendo grabados sobre destacados artistas y los avances científicos de la época. En 1880 regresó a Colombia y empezó a darle forma a su máxima creación: el Papel Periódico Ilustrado, único en su género, editado a partir del 6 de agosto de 1881.
Desde entonces, Urdaneta resume en su impreso su creatividad. Sus colaboradores son los intelectuales de su tiempo y el complemento sus dibujos y grabados. Hoy, más de 120 años después, los 473 grabados incluidos en el Papel Periódico Ilustrado siguen siendo referente gráfico de incontables publicaciones. El 29 de noviembre de 1887, cuando preparaba el número 113, Urdaneta murió en Bogotá. En nota editorial de homenaje así quedó sintetizada la perdurabilidad de su talento: “El hombre vive en sus obras y Urdaneta vivirá en las suyas”.
Una mínima pero significativa expresión de ese legado es la muestra reunida en la exposición “Dibujos”, abierta desde el pasado jueves 19 de junio en la galería Deimos Arte. Habilidad de un dibujante intuida a través de sus trazos. Una opción para reivindicar las palabras de Pilar Moreno de Ángel en su biografía de Urdaneta: “A pesar de su fecunda labor, no hay placa que lleve su nombre, ni sala que lo rememore ni busto que lo recuerde. En el panorama cultural de nuestro país es apenas justo colocar a Urdaneta en la posición que supo ganarse”.