“Bogotá es un país que queda en Norteamérica del sur”, ilustra Don Ramón a la Chilindrina y al Chavo en un capítulo de la exitosa serie mexicana. En este mismo episodio, que como forma de respeto al público nunca tuvo risas grabadas, se dice que Doña Cleotilde (La Bruja del 71) no había llegado de Bogotá, lugar en el que se desarrolló, en la realidad y no en ficción, un congreso de brujería en 1973 organizado por Simón González, ex gobernador de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
A este mismo lugar del planeta arribó hace dos días Roberto Gómez Bolaños, el creador de La Bruja, Kico, Don Ramón y muchos otros personajes con los que quedó demostrado que el humor audiovisual no es otra cosa distinta al manejo mágico de la sencillez. Y en eso este hombre, experto en la elaboración de libretos, diestro en la construcción de personajes cotidianos, y con una habilidad única para crear situaciones cómicas, es todo un maestro.
Roberto Gómez Bolaños o Roberto Gómez Boladeaños, como le dice entre irónico y rencoroso Carlos Villagrán, llegó al aeropuerto Eldorado 38 años y un día después del lanzamiento oficial del programa El Chavo del Ocho, que apareció por primera vez como componente esencial de la serie Chespirito y gracias a la acogida del público y una que otra chispoteada de sus productores, se ganó un lugar como espacio unitario.
El Chavo, el Chapulín Colorado, el Doctor Chapatín, Chaparrón Bonaparte, Vicente Chambón y el Chómpiras quedaron atrás y aunque siempre están presentes dentro del barril (no el baúl) de los recuerdos de toda la población de habla hispana, quien se roba los aplausos ahora es Eloy Madrazo, protagonista de la propuesta teatral 11 y 12, que lleva más de siete años en temporada en los más reconocidos auditorios de México.
“Lo que uno hace sobre las tablas no se publica mucho, pero ahora con 11 y 12 hemos roto todos los récords. La temporada de estreno fue en el 92 y duró hasta el 99. Eso fue maravilloso. Con todos mis montajes (Silencio, recámara, acción, Títere y Milagro y magia) he tenido la suerte de contar con el favor del público y eso es esencial, comentó Gómez Bolaños.
Pero el montaje 11 y 12 no es del todo ajeno a las creaciones anteriores de Chespirito, pues Eloy Martínez, un camionero que tiene la posibilidad de vender sus órganos y en los momentos de disgusto emplea números para no pronunciar malas palabras, es una suerte de primo hermano del Chómpiras. Así es porque el verdadero nombre del caquito que se resocializó y trabajó como botones en un hotel... lucho es, sin ir más lejos, Aquiles Esquivel Madrazo.
Gómez Bolaños ha vivido ocho décadas y más de la mitad de su vida la ha dedicado al humor blanco y a encontrar la forma de hacer reír sin hacerle daño a nadie. “Con la experiencia tengo una conciencia mayor y me agrada enormemente la reacción de la gente frente a la obra de teatro y eso es maravilloso. Arriba en el escenario ahora me siento mejor”.
Con 11 y 12 dijo que se despedía de los escenarios, lo que resulta imposible, porque el escenario está en su cabeza y en su corazón. Chanfle.
Bogotá: Downtown Majestic, del 24 al 27 de junio. Medellín: Teatro Universidad de Medellín julio 3 y 4. Manizales: Teatro Fundadores julio 8 y 9. Cali: Teatro Municipal de Cali julio 10 y 11. Informes: www.tuboleta.com.