Razones hay de sobra para visitar España. La Madre Patria se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos del mundo, porque además de su enorme riqueza arquitectónica, histórica y natural, ofrece gran variedad de planes y las mejores comodidades para sus visitantes.
Apenas 10 horas de vuelo separan a Colombia de Madrid, la imponente capital española, en donde se encuentran con facilidad hospedaje y alimentación para todos los gustos, con presupuestos levemente superiores a los que se manejan en Bogotá, Cartagena o Medellín.
Después de aterrizar en el aeropuerto de Barajas, usted puede ir hasta el centro de la ciudad en metro, taxi o autobús. Luego de haberse instalado, aproveche para visitar la Puerta del Sol, la Gran Vía y la Plaza Mayor, lugares en los que se vive la cotidianidad madrileña.
No se preocupe por la comida, pues por toda la ciudad hay restaurantes especializados en platos tradicionales, aunque también encontrará con frecuencia locales de franquicias internacionales.
En Madrid no puede dejar de visitar el Paseo de La Castellana, el Palacio Real, la Plaza de Cibeles, la Puerta de Alcalá, el Parque del Buen Retiro, la plaza de toros de Las Ventas o el estadio Santiago Bernabéu, en recorridos que se pueden hacer caminando o en buses turísticos.
A menos de dos horas de la capital española están las magníficas ciudades de Toledo, Ávila y Segovia, a las que sería un pecado no visitar al menos durante una jornada cada una. El desplazamiento se puede hacer en tren o bus, ida y regreso.
Otro día se le puede dedicar a Sevilla, la capital de Andalucía, cuyo centro histórico impresiona por su arquitectura medieval. Allí es obligatorio visitar El Alcázar, la Giralda y la plaza de toros La Maestranza, a orillas del río Guadalquivir.
Cerca de allí está Granada, centro turístico por su cercanía a la Estación de Esquí de Sierra Nevada, las Alpujarras y la Costa Tropical. Entre sus construcciones históricas, la Alhambra es la más importante, pues fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, junto con el Jardín del Generalife y el Albaicín. Su catedral es la primera iglesia renacentista de España.
Si hay tiempo y dinero, también hay que visitar Bilbao y San Sebastián, al norte, pero lo que sí es una obligación es dedicarle al menos tres días a Barcelona, unida a Madrid por una efectiva y moderna red ferroviaria.
La magia de la capital catalana se percibe en cada rincón, empezando por la Plaza Catalunya y Las Ramblas. Imprescindible conocer Montjuic y la catedral de la Sagrada Familia, así como el Parque Güell y alguna de las increíbles construcciones Antoni Gaudí, cuyo sello está impreso en la identidad de la ciudad.