Tulio Triviño Tufillo, Juan Carlos Bodoque, Policarpo Avendaño y Calcetín Conrombosman no son estrellas de papel sino de tela. A pesar de ser muñecos y títeres se han convertido en luminarias de la televisión chilena, porque ellos son la cara amable de 31 Minutos, un noticiero que disfrutan niños y adultos.
Juan Manuel Egaña es el productor de esta exitosa serie y es uno de los invitados a la Primera Muestra Iberoamericana de Televisión Infantil, organizada por la Comisión Nacional de Televisión y los canales regionales.
No se trata de una propuesta de televisión educativa tradicional… ¿cómo debe ser un proyecto audiovisual para niños?
31 Minutos me parece profundamente educativo por las temáticas que aborda, por su música y su agilidad. Puede no serlo porque no incluimos soluciones algebraicas, pero su espíritu es muy libre y eso está relacionado con la educación.
El programa tiene un grado de irreverencia y cinismo bastante grande...
Es cierto, pero lo que más nos interesa es ganar la simpatía de los niños. Creo que para lograr conectarse con ellos toca sentir el mundo un poco de la manera como ellos lo ven. El público infantil exige un lenguaje más fresco con mucha agilidad y humor.
Muchos de los realizadores de televisión infantil hacen los programas que les hubiera gustado ver... ¿es su caso?
Claro... Recuerdo que yo veía El Chavo y me parece que es una muestra de que se puede hacer televisión infantil con alegría.
¿‘31 Minutos’ parte de lo simple?
Es simple aunque tiene una complejidad especial por el formato y el público al que va dirigido. Por un lado, nos ayuda la simpleza pero se complementa con la complejidad de los personajes. Nuestro programa no está basado en una parafernalia tecnológica, pero todos los reporteros tienen su carácter.
¿En su momento ‘31 Minutos’ fue una propuesta arriesgada?
Uno arriesga cuando tiene mucho por perder y lo que hicimos con este proyecto colectivo fue partir sin expectativas. Nadie estaba esperando el programa con especial ansia y eso hizo que fuera una construcción lenta.
¿Por qué decidieron que los muñecos estuvieran fabricados a partir de medias?
La decisión la tomamos un poco motivados por el afán y pensamos que lo más sencillo era una media con ojos. Queríamos estar en cualquier dormitorio de un niño y pensamos que un calcetín puede entrar fácilmente.
Existía el proyecto de hacer una película al estilo de ‘31 Minutos’... ¿ya se filmó?
Ya se hizo. Fue estrenada en Chile y en este momento estamos en negociaciones para exhibirla en Colombia.
¿Quiénes disfrutan más con el programa: los niños o los adultos?
Cada público disfruta del espacio de una manera diferente. Nosotros gozamos mucho haciendo 31 Minutos y nos complace aportar a la felicidad de los niños.
Información sobre la Primera Muestra Iberoamericana de Televisión Infantil en: http://www.cntv.org.co.